josé gil olmos
AMLO, el centro de gravedad de Morena
El voto del 2 de junio fue un referéndum a AMLO y su gobierno y, en extensión, a su figura predominante en Morena y en lo que será el gobierno de Claudia Sheinbaum, su heredera política.La reciente elección mostró la crisis que sufren los partidos que lejos quedaron de ser representantes de la sociedad, incluyendo a Morena, que a pesar de haber sido el que mayor número de votos recibió en realidad no fueron al partido, sino al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien es el centro de gravedad sobre el que gira y atrae la simpatía popular.
El Partido de la Revolución Democrática, formado por Cuauhtémoc Cárdenas y al que López Obrador dirigió, perdió su registro a nivel nacional. El PRI registra la cifra más baja de su historia durante las pasadas elecciones presidenciales con un total de 5 millones 736 mil 420 votos, que son 25% menos votos que los recibidos en 2018, cuando sumó 7 millones 677 mil 180 sufragios.
Mientras que el PAN, hasta entonces la segunda fuerza política del país y cuarto lugar en el Congreso de la Unión, obtuvo 352 mil 032 menos votos, 3.5% menos que en las elecciones de 2018, cuando sumó 9 millones 996 mil 514 apoyos.
Si bien es cierto que el Partido del Trabajo (PT) y el Verde Ecologista de México (PEVM) tuvieron una buena cantidad de votos (3 millones 882 mil 813 votos y 4 millones 677 mil 057 votos, respectivamente), fue gracias a su alianza con Morena, porque por sí solos no tienen ninguna fuerza ciudadana, y si recordamos, en elecciones pasadas estuvieron a punto de perder su registro.
Movimiento Ciudadano alcanzó 6 millones 204 mil 710 votos, mostrando un crecimiento, pero el que más votos tuvo fue Morena, con 27 millones 364 mil 649 votos.
El nombre de López Obrador y las acciones de su gobierno implementadas como una estrategia electoral son y fueron determinantes para alcanzar el extraordinario número de votos en favor de Morena. Pero sin esto, como partido, difícilmente podría alcanzar estos niveles.
Morena sigue siendo una franquicia de López Obrador. Su presencia es fundamental para su sobrevivencia. Es el centro de gravedad que le da equilibrio y permanencia, porque sigue siendo un movimiento y no ha alcanzado o logrado tener una estructura institucional que se mantenga sino es mediante la presencia y órdenes de su líder: AMLO.
López Obrador diseñó su formación como movimiento y se estableció como el eje rector para que los grupos o tribus que lo conforman y que vienen del PRD y del PRI, no lo desestabilizaran. Es la amalgama que une al movimiento, es la cimentación, muros, castillos y columnas, vigas y dalas y losa o techo de Morena.
Hecho a su imagen y semejanza, AMLO es la resistencia mecánica que, como en una construcción, le permite a Morena tener la capacidad para soportar los esfuerzos. Sin él, Morena no podría mantenerse y su ausencia significaría su derrumbe.
Similar al PRI en sus mejores tiempos de partido hegemónico, el voto que recibió Morena fue en mucho por conveniencia, pero sobre todo de seguimiento a su caudillo. De hecho, el voto del 2 de junio fue un referéndum a AMLO y su gobierno y, en extensión, a su figura predominante en Morena y en lo que será el gobierno de Claudia Sheinbaum, su heredera política.
Por cierto... Si la corrupción es el argumento principal de la Reforma al Poder Judicial que plantea AMLO y la presidenta electa Claudia Sheinbaum para que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular, el mismo criterio tendría que aplicarse a los funcionarios públicos. Esto porque de acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2023, 83.1% de la población consideró frecuentes los actos de corrupción entre los funcionarios. Esto sin olvidar que, a nivel nacional, en 2023 los costos de incurrir en actos de corrupción se estimaron en 11 mil 910 millones de pesos. La cifra equivale, en promedio, a 3mil 368 pesos por persona víctima.