Ajedrez
Un plan de entrenamiento experimental para mejorar en ajedrez
Muchos de los jugadores ambiciosos, que quieren jugar en torneos presenciales (y no sólo en línea), estudian las jugadas de los grandes maestros, resuelven ejercicios, juegan partidas a diferentes ritmos de juego y desde luego, invierten tiempo de sus vidas en intentar jugar cada vez mejor.CIUDAD DE MÉXICO (apro).–Es difícil saber las razones por las cuales el ajedrez ha cobrado relativa importancia en los medios informativos, tanto en papel como electrónicos. Tal vez sea esta mancuerna ideal entre el ajedrez e Internet, que ha permitido la existencia de un número de portales dedicados al juego ciencia y en donde los que acuden a estos sitios pueden no sólo jugar con otros usuarios, sino que participan en torneos, resuelven ejercicios de táctica, ven videos de aperturas, siguen las novedades y noticias de este mundo increíble del tablero de las 64 casillas y en general, participan activamente en ajedrez, un juego que cada vez está más vivo.
Muchos de los jugadores ambiciosos, que quieren jugar en torneos presenciales (y no sólo en línea), estudian las jugadas de los grandes maestros, resuelven ejercicios, juegan partidas a diferentes ritmos de juego y desde luego, invierten tiempo de sus vidas en intentar jugar cada vez mejor. Para ello, acuden a estos portales pero también leen libros de ajedrez, consultan bases de partidas actualizadas y están al pendiente de los últimos torneos. Y todo esto, desde luego, lleva tiempo.
La cuestión es ¿cómo saber si estamos avanzando en nuestro ajedrez? La realidad es que esta es una pregunta que solamente tiene respuesta en el tiempo. Una posibilidad para ver si estamos progresando sólo se puede dar al paso de unos tres meses de estudio disciplinado y quizás intensivo. Pero de hecho, lo importante es no tanto las horas invertidas sino la disciplina de trabajar todos los días en el tablero. Por ejemplo, Wilhem Steinitz, el primer Campeón Mundial, decía que era mejor estudiar una hora al día que seis horas el sábado y esta simple reflexión se puede extender a cualquier otro tema. Vamos, si necesitamos estudiar álgebra, será mejor trabajar una hora por día que pretender entender seis horas continuas de matemáticas. El cerebro necesita tiempo para ir sacando conclusiones.
Pensando en esto, y después de una interesante entrevista con Davi Martínez, “el Divis”, publicada en YouTube (https://youtu.be/ew-Hv3IwGnA), hemos llegado a la conclusión que podríamos intentar un plan de estudios inicial, que no sea demasiado estricto en cantidad de horas pero que pueda llevarnos a entender, después de unos tres meses, si ha habido mejoras en nuestro ajedrez. El planteamiento es simple pero –me parece– efectivo: estúdiese una hora (a hora y media) por día, solamente haciendo intensivamente ejercicios de táctica. ¿De dónde se podrán sacar estos cientos o miles de ejercicios de táctica? Fácil, del sinfín de libros que tratan estos temas. Los primeros libros en este sentido, que todo aficionado debería leer son 1001 Sacrificios y Combinaciones Brillantes, de Fred Reinfeld y 10012 Combinaciones de Mate, también de Fred Reinfeld. Ahí solamente se tienen ya 2002 ejercicios, desde los más simples hasta los más complicados.
Si usted hace todos los días unos 20 ejercicios de estos libros, los terminará en aproximadamente tres meses. Al final de este lapso, usted podrá ir a algún torneo (la Copa Independencia, por ejemplo, que se juega en la segunda quincena de septiembre de cada año), y podrá medir qué tanto su visión táctica ha mejorado. Y ojo, no estamos pidiendo que estudie aperturas o finales, solamente táctica. De hecho, esta es la recomendación del Divis, que es hoy el entrenador del equipo olímpico español, lo cual no es poca cosa.
Ahora bien, si estos 2002 ejercicios no fueron suficientes y tiene más “hambre” de ajedrez, puede bien intentar el libro “The Woodpecker Method”, el cual contiene otros 1000 ejercicios de diversa dificultad. Si hace unos 25 ejercicios por día, podrá terminar estos 3002 ejercicios en unos 4 meses.
Más de un lector podrá preguntarse si este entrenamiento puede ser útil para mejorar en ajedrez. La respuesta parece ser clara: se puede mejorar porque la táctica, por una parte, es una habilidad que puede aprenderse y por otra parte, es evidente que si no puedo ver las jugadas buenas, las secuencias ganadoras, no puedo jugar bien al ajedrez. El Divis ha dicho que esta es su recomendación si se tiene un torneo en ciernes y se quiere ir a jugar relativamente entrenado.
Quien escribe estas líneas va a trabajar en este esquema. El plan es entender qué tanto se puede mejorar en ajedrez solamente haciendo táctica y además, tratar de ver si se puede brincar “esta pared” que impide que uno –ya como adulto– tenga tantos problemas como para pasar a un nivel superior al que se tiene. En tres o cuatro meses hablaremos de resultados. Estén pendientes.