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"Influencers" y "YouTubers" ¿La nueva profesión?
En algunas de estas modalidades para hacer videos, se han visto como ciertas personas empiezan a cobrar una notoriedad “casi viral”, y entonces producen videos cortos en donde bailan, cantas, dicen frases graciosas, hacen doblaje de otros videos donde los diálogos son divertidos.CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–México se ha distinguido por tener muy buenos cantantes. Y quizás la explicación de ello es que en nuestro país todos cantan. Así, tenemos en la televisión abierta un número indeterminado de concursos de canto, en donde muchos aficionados buscan convertirse en profesionales. En el canal 13, por ejemplo, había un programa llamado “la Academia”, que no era otra cosa que un semillero de nuevos cantantes, cobijados por la televisora. En Televisa pusieron “La Voz México”, en donde de nuevo, personas como usted o yo se “lanzaban al ruedo” y cantaban esperando agradar a los “jueces” (cantantes famosos), que si los elegían, les ayudarían a dedicarse a esto del canto.
Lo que sin embargo, sorprende un poco, es la cantidad de comediantes que están saliendo de debajo de las piedras gracias a las plataformas como Tik Tok y YouTube, entre otras. En algunas de estas modalidades para hacer videos, se han visto como ciertas personas empiezan a cobrar una notoriedad “casi viral”, y entonces producen videos cortos en donde bailan, cantas, dicen frases graciosas, hacen doblaje de otros videos donde los diálogos son divertidos, por decirlo de alguna manera. Aparte de ello hay quien hace guiones más largos, en donde cuentan historias graciosas o parecidas en ocasiones a la Rosa de Guadalupe, un programa bastante infame que Televisa tiene al aire desde ya hace unos 15 años.
¿Pero por qué la gente entra en estas plataformas de video y empieza a producir cortos? Porque las herramientas que hoy en día se pueden usar para esta labor están llegando ya a las masas. Un teléfono celular de gama media es más que suficiente para grabar video e incluso editarlo. Hoy hay un buen número de programas (apps), que permiten hacer edición no lineal de los videos, es decir, cortar pedazos, pegar fragmentos de video, etcétera. Todo esto ha permitido que la gente “se haga la chistosa” frente a su cámara del celular, o que dé noticias simpáticas, baile de manera rítmica frente a muchos internautas e incluso, haga transmisiones en vivo. Hoy en Internet hay suficiente público para cualquiera de estas actividades.
Es claro que esta tendencia no se va a detener. Hay quien monetiza sus videos (es decir, cobra dinero), por mostrarlos a los demás. Sin embargo, los más monetizados del momento son aquellos videos de “onlyfans”, en donde en general muchas mujeres y menos hombres, hacen videos calientes, sexuales, con desnudos incluido y los que quieran verlos tienen que pagar unos pocos dólares. Cabe decir que hay mujeres populares en este rubro y una de ellas -al menos- ha confesado que uno de sus videos logró en una sola tarde más de 10 mil dólares.
Por supuesto que este ejemplo hace pensar que se puede vivir de hacer videos para Internet. No cuesta trabajo finalmente, es relativamente fácil, y las herramientas con las que contamos hacen que todo sea mucho más fácil de procesar. Sin embargo, reconozcamos que si alguien logra ganar una buena cantidad de dinero, no es tan simple que pueda seguir ganando de la misma manera. Los internautas son veleidosos en muchos sentidos y así como les fascina algo, les puede dejar de gustar un par de semanas después.
Quizás esta nueva moda de los comediantes por Internet tenga límites, los cuales se basan en tener buenos guiones, contenidos interesantes, que sigan llamando la atención. Es fácil perder suscriptores o bien la gente se olvida rápido si su internauta favorito no hace ya lo habitual para hacer reír o entretener. De hecho, piénsenlo: ¿cuántos youtubers e “influencers” han desaparecido del ambiente de los videos de YouTube y otras redes sociales? Muchos. ¿La razón? la gente se cansa rápidamente de los contenidos en la red y ser original no resulta ser siempre fácil.
Ahí está el fenómeno a considerar. Muchos niños ya no quieren ser astronautas o bomberos. Ahora el oficio favorito es ser YouTuber. Pero de nuevo, lograr el éxito en esta plataforma no es fácil y se requiere de mucho trabajo, de contenidos importantes y por qué no, de personas de “marketing” que les enseñen a los internautas-comediantes, cómo hacer para posicionarse. Vamos, que quien crea que cualquiera puede hacer dinero fácilmente usando Internet, está lejos de entender el fenómeno de los videos, las redes sociales y los llamados “influencers”.