Violencia de género

Los indicadores de Brigada Callejera

Aunque en México las denuncias acerca de la violencia contra las mujeres se suceden a lo largo de todo el año, es en torno al 25 de noviembre que mayormente el tema ocupa los espacios en los medios de comunicación y destacan como información principal los feminicidios.
sábado, 11 de diciembre de 2021 · 14:10

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– Aunque en México las denuncias acerca de la violencia contra las mujeres se suceden a lo largo de todo el año, es en torno al 25 de noviembre que mayormente el tema ocupa los espacios en los medios de comunicación y destacan como información principal los feminicidios. Ese día salen a las calles a manifestar su dolor, rabia e indignación los grupos y las colectivas feministas, junto con personas de todo tipo, y la lectura política que se suele hacer es, como expresó la periodista Almudena Barragán, de El País (24 de noviembre), la de que México “ha fracasado en frenar los feminicidios”. Así es.

Las autoridades, tanto del gobierno federal como de los gobiernos estatales, enumeran las medidas necesarias, pero a todas luces insuficientes, que han implementado ante ese complejo y desgarrador problema que vivimos en México. De ahí que la imagen que las autoridades transmiten sea, como también ya señaló Almudena Barragán, la de estar “rebasadas por el horror”.

Igualmente las organizaciones de la sociedad civil que trabajan día a día con las víctimas reconocen que la violencia feminicida en el país está lejos de acabarse. Sin embargo, también algunas organizaciones se preocupan que, ante el tremendo drama de los feminicidios, se hable poco de otras violencias de un orden menos letal. Indudablemente que lo más grave son las desapariciones, asesinatos y feminicidios, pero eso no debería implicar el desconocimiento del trabajo de organizaciones que han apostado por eliminar otras violencias, de las que se habla mucho menos. ¡Ojo!, el aberrante y doloroso problema de las violencias requiere múltiples abordajes y reconocerlo no supone jerarquizar el trabajo de quienes hacen tal o cual labor.

No soy experta en el tema de las violencias, sin embargo una causa que defiendo hace años es la defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales. Colaboro con una organización de base que tiene ya más de 30 años de lucha comprometida: Brigada Callejera en apoyo a la mujer Elisa Martínez, AC. Este 25 de noviembre, Brigada hizo un evento por Zoom, en el cual Elvira Madrid, la presidenta de la organización, habló de 30 indicadores de violencia de género que afectan a quienes se dedican al trabajo sexual.

Al revisar la publicación de más de 100 páginas, titulada Indicadores de violencia de género en el mundo del trabajo sexual, me impresionó que de esos 30 indicadores los gobiernos podrían prevenir y/o resolver 20, si tuvieran voluntad política. Para que se entienda mejor de qué hablo, copio los 30 indicadores, y marco en cursivas esos 20:

1. Control sanitario obligatorio. 2. Negación del derecho a trabajar por tener VIH o ITS. 3. Venta ilegal de insumos para la salud (condones, pruebas, papanicolau). 4. Quitar la patria potestad de les hijes por dedicarse a la prostitución. 5. Criminalización de la organización de las trabajadoras sexuales. 6. Ausencia de reconocimiento del trabajo sexual asalariado o no asalariado. 7. Prohibición del “table dance” en varios estados y municipios. 8. Prohibición del ejercicio del trabajo sexual. 9. Multas por ejercer el trabajo sexual. 10. Uso del condón como prueba judicial. 11. Retraso en la expedición de licencias de trabajo no asalariado (TNA). 12. Abusos del crimen organizado. 13. Falta de expedición de reglamentos de TNA en el estado de Coahuila. 14. Exigir pruebas de no embarazo. 15. Difusión de datos personales. 16. Señalamiento y estigmatización. 17. Violencia patronal. 18. Violencia gremial. 19. Obligar o presionar para trabajar en el sexo. 20. Violencia policiaca. 21. Cobro de cuotas. 22. Deportación. 23. Negación de información pública. 24. Negación de recepción de denuncias penales. 25. Complicidad de comisiones estatales de derechos humanos, con violencia institucional. 26. Criminalización del cliente. 27. Desaparición. 28. Feminicidios y asesinatos. 29. Agresiones de vecinos, iglesias, periodistas, transportistas y proveedores. 30. Agresiones de los clientes.

Obvio que todo requiere voluntad política, pero difícilmente la estigmatización social, las agresiones, desapariciones, feminicidios y asesinatos se erradicarán enseguida con una modificación en leyes o reglamentos. Pero ¿por qué no eliminar esa norma que permite quitarle les hijes a una mujer que hace trabajo sexual? ¿A quién sirve seguir exigiendo control sanitario a quienes hacen trabajo sexual, a pesar de que las instancias internacionales de salud han señalado que no sirve para nada más que para sacarles dinero? Y así, a partir de esos indicadores, surgen preguntas que es indispensable responder para abordar problemas que generan violencias, de los que no se suele hablar pero que sería menos difícil resolver.

Tanto las distintas violencias como la falta de acceso a la justicia requieren soluciones que no son fáciles ni rápidas. Sin embargo, es importante ir avanzando en todo lo que se pueda. Me resulta valioso el esfuerzo de Brigada Callejera por nombrar cuestiones muy concretas que inciden de manera brutal en quienes se dedican al trabajo sexual. Esa forma de señalar prácticas violentas que suelen pasar inadvertidas o que, incluso, suelen ocultarse deliberadamente, es una aportación que debería ser tomada muy en serio.

Análisis publicado el 5 de diciembre en la edición 2353 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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