Análisis

GRRRRR

Preocupada por las expresiones de protesta de las jóvenes feministas ante la violencia que las afecta de distintas maneras, la doctora Marisa Belausteguigoitia, ha trazado un novedoso plan de trabajo.
viernes, 26 de noviembre de 2021 · 14:08

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Preocupada por las expresiones de protesta de las jóvenes feministas ante la violencia que las afecta de distintas maneras, la directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, la doctora Marisa Belausteguigoitia, ha trazado un novedoso plan de trabajo. Esta académica ha dicho que las consignas pintadas en las paredes –como la de “Vivas nos queremos”– “dan cuenta de un dolor y una rabia monumentales” y, al mismo tiempo que reconoce que siente empatía por esas jóvenes heridas que quieren “quemarlo todo”, está convencida de que “de las cenizas no sale nada renovado”.

Y como no cree que “el castigo, la radicalidad ciega y la falta de palabra” lleven a un cambio profundo y sostenido, capaz de tumbar algo “tan sofisticado, complejo y estructural como el patriarcado”, ella ha apostado por una vía distinta: “Deslizar el ruido del activismo en la academia y la rima de la academia en el activismo”, abriendo las puertas del debate crítico y alentando prácticas artísticas.

El miércoles 10 Belausteguigoitia inauguró el XXVIII Coloquio Internacional del CIEG titulado GRRRRR Género: Rabia, Ritmo, Rima, Ruido, Respons-habilidad, y leyó un breve texto que enmarca y da sentido tanto a los trabajos que se presentaron como a su gestión como directora del CIEG. En él ella declara su interés en debatir ante las colectivas, estudiantes, personal académico, artistas y activistas a partir de una serie de preguntas, de las cuales aquí copio tres:

“¿Qué alianzas, vínculos y relaciones es imprescindible alentar con el fin de reforzar una academia que entienda, histórica y teóricamente de mejor manera, la militancia y el activismo?

“¿Qué mecanismos y prácticas hay que echar a andar para fortalecer la academia como espacio de resonancia y construcción de lo común, la igualdad y la justicia en fronteras con el activismo y la militancia?

“¿Cómo hacer que las relaciones entre academia, arte, prácticas artísticas y activismo sean un puente que lleve hacia la definición de objetivos y caminos comunes en la política, la academia y el activismo?”

El coloquio se inició con la conferencia magistral de la escritora Cristina Rivera Garza, titulada “Ya para siempre enrabiadas: pequeño diccionario para las movilizaciones de hoy”. Habría que dedicarle todo un artículo a esta espectacular conferencia, pero hoy me quiero centrar en la forma en la que se armó el coloquio, que se muestra en las mesas de trabajo de GRRRRR. En ese sentido, consigno sus nombres y el subtítulo que las acompañó, pues son elocuentes:

Mesa Rabia: Enunciados de la rabia, reconfiguraciones de lo público. Pintas, murales y grafiti. Mesa Ritmo. Consonancias y disonancias entre academia, arte y activismo. Mesa Rima. Hacer cosas juntxs. Feminismos, autocrítica y respons-habilidad. Mesa Ruido. Desvíos y apropiaciones inapropiadas en la academia. Mesa Remolinos. La fuerza de la no violencia, el glitch feminista irrumpiendo en el sistema;. Mesa Risa. Humores feministas: agudeza, chispa y otras secreciones. Mesa Ráfaga: Fuego, incandescencia e intemperie: ¿qué se requiere de nosotrxs?, Mesa Respons-habilidad. Ecologías críticas y feminismos ecopolíticos: ¿hay mundo por venir?

Con el diseño de este coloquio, que expresa su visión, Marisa Belausteguigoitia asume la respons-habilidad. Este término fue puesto en circulación por Donna Haraway y con él se da un giro al clásico de “responsabilidad”, pues introduce la “habilidad para responder”. Para la directora del CIEG es respons-habilidad fortalecer la academia como un espacio de resonancia y construcción de lo común, la igualdad y la justicia.

Hace años la politóloga Wendy Brown señaló que nuestra época afronta un buen número de peligros políticos, muchos de los cuales han sido potenciados “por una comprensión inadecuada de las formas de poder específicamente posmodernas”. Belausteguigoitia se pregunta si es adecuada la comprensión que se tiene acerca de las intensas y conflictivas protestas de muchas jóvenes feministas. Obvio que el fenómeno de las explosiones feministas se desarrolla junto con otros procesos políticos que están ocurriendo en nuestro país. Ante ellos, cantidad de compañeras feministas discuten y disienten acerca de los límites de la protesta: ¿el fin justifica los medios? Mientras unas consideran que con violencia no se combate la violencia, otras afirman que sin violencia no les harían caso.

Belausteguigoitia abre las puertas y las ventanas del CIEG para vehicular la rabia y el dolor por otros cauces y da a las prácticas artísticas el sentido de configuraciones políticas que hay que analizar.

Desde su interés y compromiso acerca de cómo lograr que las acciones activistas, vinculadas a la rabia y al dolor, no deriven en acciones violentas, Belausteguigoitia preguntó: “¿Cómo transformar este fuego que quema y que ha quemado muchas cosas, incluyendo nuestros salones, en palabras y protestas en sentido incandescente?”. Ella misma respondió: “Con un ejercicio de imaginación, de fabulación y de confabulación”.

Eso ha sido este coloquio, al que todavía es posible ver entrando a la página del Centro de Investigaciones y Estudios de Género. ¡Les recomiendo que no se pierdan la conferencia de Rivera Garza! 

 

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