CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).-  En reacción a la ola de secuestros en Sinaloa del viernes pasado, en la que grupos armados "levantaron" a 66 personas, incluyendo niños, el presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés Mendoza, sugirió hacer un llamado a la "colaboración internacional para combatir a los cárteles de la droga y grupos de la delincuencia organizada".

El líder partidista exigió al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador sinaloense, Rubén Rocha Moya, a dar con el paradero de las personas que aun no han sido liberadas por sus captores, y aprovechó la conyuntura para tachar a la administración federal de "gobierno fallido".

A poco más de dos meses de las elecciones presidenciales, Cortés acusó a López Obrador de empoderar a los grupos criminales mediante una "amnistía de facto" –la política de "abrazos, no balazos"–, y por sus "relaciones cercanas" con ellos; a consecuencia, abundó, los cárteles han logrado una "expansión territorial" e imponen ahora un "régimen de terror en muchas zonas del país".

El político recalcó que, en caso de que Xóchitl Gálvez, la candidata del PAN, PRI y PRD, llegue a la Presidencia, su gobierno actuará con "toda la fuerza y la capacidad del Estado" contra los grupos criminales.

Entre sus "estrategias", destacó la creación de una "Policía Federal civil", una manera de distanciarse de la Guardia Nacional, a la que López Obrador entregó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

De acuerdo con el panista, el programa de Gálvez plantea la duplicación de policías en los "estados y municipios de alto riesgo", y se aumentará los salarios de los uniformados.