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Gustavo de Hoyos: sus motivos para abanderar el Frente Amplio... y su decepción
Antes de abandonar su aspiración a representar al frente opositor en la elección presidencial de 2024, el exlíder empresarial Gustavo de Hoyos expuso a Proceso sus principales propuestas de gobierno y su valoración del actual sexenio, así como su postura sobre la elección de un candidato ciudadano.CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).–El expresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Gustavo de Hoyos Walther se veía en 2024 como el “caballo de hacienda” de los candidatos presidenciales, representando a la oposición, pero el camino se volvió sinuoso y sin un rumbo claro.
El también litigante y fundador del despacho jurídico De Hoyos y Avilés declaró que decidiría el lunes 3 si buscaría ser el candidato de unidad del Frente Amplio por México, integrado por el PRI, el PAN y el PRD, aunque prácticamente no figura en las encuestas, además de que ya se “bajaron” de la misma aspiración Lilly Téllez y Claudia Ruiz Massieu.
En entrevista con Proceso el empresario bajacaliforniano insiste en la necesidad de integrar a Movimiento Ciudadano a dicha alianza partidaria y afirma que, de llegar a la Presidencia, continuará y aumentará los recursos de los programas sociales impulsados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Asegura que el próximo gobierno, cualquiera que sea el color, tendrá que concesionar al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, vender la refinería de Dos Bocas y revisar la construcción del Tren Maya por las irregularidades ambientales y culturales en la Península de Yucatán.
“Andrés Manuel López Obrador fue un líder político exitoso por prácticamente dos décadas de la vida pública del país y ha sido sin duda un pésimo presidente. Yo creo que millones de mexicanos esperaban que al líder político carismático, después de las elecciones, fuera un buen jefe de Estado, pero sobre todo en un proceso de cambio. Infortunadamente no solamente no convocó a la unidad, sino que generó un ambiente de polarización y división”.
Y hace resume, sobre lo que va del sexenio actual: “Creo que el balance del gobierno va a ser negativo. Negativo en bienestar, negativo en seguridad, porque se han exacerbado y exponenciado el número de crímenes violentos, tanto en justicia cotidiana como en temas que tienen que ver con seguridad nacional… No solamente no se combatió, sino que ha crecido la corrupción y se ha privilegiado la opacidad”.
Desde las oficinas de su despacho jurídico, De Hoyos Walther reconoció que el actual gobierno tomó la propuesta generada desde Coparmex para incrementar el salario mínimo, pero también reconoció la importancia de los programas sociales como la Pensión de Adultos Mayores, la cual dice:
“Habría que mejorarlos para asegurar que tengan un criterio más equitativo, es decir, que no se arrastre por igual, blindarlos contra la corrupción y apartarlos de cualquier vocación de carácter electoral. Pero sí o sí, para que no haya ninguna duda, lo digo categóricamente, mantenerlos e incrementar los recursos”.
Por el contrario, los ajustes serán a las “obras faraónicas” de López Obrador: “La refinería, venderla lisa y llanamente: el aeropuerto, concesionarlo para que pueda ser rentable y no se convierta en un elefante blanco, y el tren, hacer un alto en el camino para asegurar que cumpla, primero que nada, con todos los requisitos ambientales; que no esté vulnerando, porque es una vergüenza para el país, ninguna normatividad de carácter ambiental, arqueológica”.
De Hoyos aclara que no quiere ser el “Atila moderno” ni tiene un afán revanchista, pese a ser uno de los empresarios más criticados y atacados por López Obrador.
“Yo bajo ninguna circunstancia haría lo que hizo López Obrador de canibalizar una obra en proceso, como se hizo con (la del aeropuerto de) Texcoco. Lo que está ahí es dinero de los mexicanos, se tiene que aprovechar, pero se requiere que sin ideologías, sin fobias del pasado, sin afanes revanchistas, un grupo de expertos internacionales y de la región determine cuál es el modelo de operación que puede lograr que el dinero de mexicanos que esté invertido tenga mayor rentabilidad social”.
Y reflexiona sobre los pendientes de López Obrador con el empresariado mexicano. Lo que más afecta la inversión, apunta, es la incertidumbre por cambios normativos o por medidas autoritarias.
“Yo creo que el siguiente gobierno sí o sí tiene que recuperar la certeza de largo plazo para que, ya sean inversiones individuales o en políticas públicas de largo plazo, se pueda planear. Y además la certidumbre, si es importante para los nacionales, es mucho más relevante todavía para los extranjeros”.
El segundo tema es el Estado de Derecho, “digamos, es la divisa que mejor atrae la inversión. Entonces, creo que es, con mucho, una de las asignaturas que deberían de trabajarse. Ahí podemos incluir desde el tema de la seguridad pública en las carreteras hasta la estabilidad de las concesiones”.
En cuanto a la inversión pública, puntualiza: “Es muy preocupante que la inversión en puertos, en carreteras, se ha deteriorado mucho en ese sexenio donde se han privilegiado programas sociales. No me peleo con ese tema, pero se han privilegiado obras faraónicas… Pero las grandes obras de infraestructura son las que permiten transportar personas y mercancías, cumpliendo con condiciones de seguridad para la carga, con rapidez en su traslado y poder tener capacidad logística”.
Aunque sus propuestas son claras, el camino hacia la Presidencia parece complicado. El pasado 27 de junio, De Hoyos escribió en su cuenta de Twitter:
“Los integrantes originales del Consejo Electoral Ciudadano 2023 han tomado la decisión de disolverse. Esa circunstancia genera mayores dudas en torno al procedimiento electivo anunciado por el #FrenteAmplioPorMexico. En lo personal sigo valorando lo conducente a mi participación”.
El líder empresarial aclara en entrevista a Proceso: “Yo creo que la oposición tiene que buscar una candidatura de unidad, tiene que ser oportunamente seleccionada a través de un proceso legitimador. No se trata de que haya un acuerdo popular. Yo sí creo que tiene que provenir de un proceso estructurado en el cual participemos quienes tenemos cierto nivel de reconocimiento, de positividad entre la población civil”.
Mientras tanto, en Morena todo apunta a que será la exjefa del gobierno Claudia Sheinbaum irá por la silla presidencial en 2024 con el respaldo de la figura de López Obrador. Al respecto se pronuncia De Hoyos:
“La popularidad del presidente será un factor relevante en elección, sí, pero no determinante. A final de cuentas él no va a estar en la boleta. Yo creo que una vez que se definan las candidaturas, pues es una pelea de dos. Desde luego hay que ver el espejo retrovisor de donde venimos, pero lo más importante es quiénes estén arriba del cuadrilátero y estoy convencido de que la oposición, y especialmente si yo soy el candidato, tiene una posibilidad relevante de poder triunfar”.
Sin embargo, este domingo 2 el empresario anunció en su cuenta de Twitter su decisión de dejar la competencia por la postulación opositora:
“Seguiré trabajando por la alternancia en 2024. No me registraré en el proceso del Frente Amplio por México, pues las reglas restan competitividad a los aspirantes externos a los partidos. Impulsaré acciones afirmativas para que los líderes sociales puedan acceder a candidaturas.”
Explicó además que “el método hace extremadamente difícil el éxito en la participación de perfiles ciudadanos sin militancia partidista y que no cuenten con cargos públicos previos. Lograr cientos de miles de apoyos digitales en menos de un mes, es una barrera difícil de franquear para un aspirante de extracción ciudadana, que no tiene a su servicio estructuras políticas formales”.