CUAUTLA, Mor. (apro).- A su paso por Morelos, la aspirante a la candidatura presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, se llevó abrazos estudiantiles de distintas universidades y reclamos de ejidatarios que la acusaron de ser “amiga de bandidos azucareros”.

La primera parada de la exjefa de gobierno de la Ciudad de México en la “Tierra de Zapata” fue en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), donde la recibieron integrantes de la Federación de Estudiantes con porras de “¡Pre-si-den-ta!”.

Tras una hora de retraso, según lo programado, Sheinbaum dejó a un lado el guion de sus discursos en otras entidades sobre los principios de la Cuarta Transformación y se centró en contar su experiencia como activista estudiantil en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur y la Facultad de Ciencias de la UNAM.

“Nos movilizamos con un argumento central, que es válido a la fecha, ‘La educación no es una mercancía, es un derecho constitucional’”.

Licencia de investigadora

En una parte de su discurso, Sheinbaum Pardo habló de que fue docente y es investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Entonces, reveló un dato que nadie esperaba:

“Soy investigadora con una licencia que ya no sé en qué condición está, tengo que averiguarlo”.

Para los estudiantes y académicos sindicalizados en el auditorio pasó desapercibida la declaración.

Lo que prendió un poco el ambiente fue cuando les dijo que “los invito a pensar si quieren regresar al pasado donde se cerraban las puertas a la educación superior… Eso ya no puede regresar ni que los jóvenes dejen de participar, tienen una responsabilidad muy grande con su patria”.

Y les pidió algo en particular: “Nunca se les olvide quién les pagó la educación; el pueblo de México… ¡Sean parte de la transformación de México!”

Entre los asistentes al acto, destacaron profesores e investigadores sindicalizados de la UAEM, estudiantes de diversas licenciaturas, pero también alumnos de la Preparatoria 2 y de la Escuela de Técnicos Laboratoristas; ambos con nivel bachillerato y con una edad que aún no les alcanza para votar en la elecciones del 2024.

No obstante; esos jóvenes fueron los que más participaron cuando, antes de la llegada de la morenista, animadores de la Federación de Estudiantes de la UAEM les regalaron condones patrocinados por una marca comercial, así como gorras, playeras, boletos de conciertos y hasta tablets si contestaban bien sus preguntas relacionadas con la organización o demostraban que en sus redes sociales promocionaban el evento con Sheinbaum Pardo.

Quien también estuvo presente y promocionándose en el acto fue Margarita González Sarabia, directora de la Lotería Nacional quien, en pleno horario laboral, caminaba entre estudiantes y académicos saludando y tomándose fotos.

Lo mismo hizo la senadora Lucía Meza y Juan Ángel Flores, presidente municipal de Jojutla; los tres, aspirantes a suceder a Cuauhtémoc Blanco en el gobierno morelense.

Reclamo azucarero

En Cuautla, la asamblea informativa rumbo a la elección de la persona que coordinará la defensa de la Cuarta Transformación; en los hechos, el candidato o candidata presidencial, parecía ser una más sin sobresaltos entre el repaso histórico de las cuatro transformaciones del país y los principios del llamado “Humanismo Mexicano”.

Sin embargo, a mitad del discurso, un hombre vestido de blanco y con sombrero de campesino se coló hasta el templete donde hablaba Sheinbaum Pardo y le mostró dos cartulinas:

Una decía: “Morelos. Ejidatarios afectados por paso ‘d’ autopista Siglo XXI reclaman pago de sus tierras robadas por gobierno federal ¡Puras promesas!”

La otra también acusaba: “Claudia Sheinbaum amiga de bandidos asucareros (sic) 1)Amado Orihuela 2) Aristeo Rodrigues 3) Humberto Jasso 4) Pedro Ocampo”.

El hombre burló la seguridad del acto, subió al escenario y se hincó detrás de Sheinbaum. Ella, con calma le pidió dos veces que la dejara terminar su discurso y le aseguró que lo atendería para escuchar su demanda. El hombre cedió un poco, se hizo para atrás, a donde estaban los anfitriones del acto y una mujer intentó arrebatarle una de las cartulinas.

Sheinbaum dijo, sin perder la calma, “déjenlo, déjenlo, aquí escuchamos a todos”.

Abajo, la gente comenzó a gritarle “¡que se baje, que se baje!”, pero el campesino solo se hizo a la orilla y no bajó sus cartulinas.

Ahí, una integrante del equipo de Sheinbaum se acercó a tomarle sus datos, mientras la morenista terminaba de decir que “es tiempo de mujeres” y que las mujeres pueden ser lo que quieran, hasta “¡presidentas de la República!”.

Tras cantar el himno nacional, la aspirante presidencial fue rodeada de gente que la abrazaba y le pedía fotos y así se fue alejando, mientras el campesino seguía hincado con sus carteles arriba.

Por la mañana, en Jojutla, la aspirante presidencial tuvo un par de reuniones con empresarios del estado, entre los que estaba el exdiputado federal del PRI, Amado Orihuela, con quien la mandataria se tomó una fotografía con el brazo en alto.

Con información de Jaime Luis Brito.