AMLO
López Obrador ratifica cuál será su plan "B" si no se aprueba la reforma eléctrica
Durante su informe de los 100 días del Cuarto Año de Gobierno, López Obrador refrendó que, en caso de boicot por parte de legisladores "entreguistas, conservadores, de derecha, reaccionarios", enviará una iniciativa para reformar la ley minera en el caso del litio.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Ante lo que podría ser una derrota legislativa de la mayoría oficialista conformada por Morena, PT y PVEM, el presidente Andrés Manuel López reiteró su plan B para la reforma energética: la ley minera.
Durante su informe de los 100 días del Cuarto Año de Gobierno, López Obrador sostuvo que en caso de que haya “una traición”, el lunes siguiente enviará a la Cámara de Diputados una iniciativa para modificar la Ley Minera, que al no ser constitucional, sólo requiere de la aprobación de la mayoría simple, misma con la que sí cuentan.
“Informo para tranquilidad que si no alcanzamos las dos terceras partes de los votos, para la reforma constitucional en materia eléctrica, por el boicot de los legisladores entreguistas, conservadores, de derecha, reaccionarios, enviaré la iniciativa”, dijo.
El presidente informó que la iniciativa establecerá que el litio es un mineral estratégico en el desarrollo industrial y tecnológico.
“Es ambicionado por las corporaciones y gobiernos extranjeros, y me consta, pero sólo podrá ser explotado por el Estado mexicano, quedará como propiedad del pueblo y de la nación”, expresó en su informe.
Se espera que el próximo domingo, las y los diputados voten para decidir si se aprueba o no la reforma eléctrica. Morena y sus aliados necesitan 56 votos para ganar esta batalla política. Sin embargo, la noche del lunes los 71 diputados del PRI, que se presumía podrían aliarse con el gobierno de López Obrador y votar a favor, salieron a declarar en grupo que su voto sería en contra de la iniciativa.
Asimismo, López Obrador celebró el resultado de la votación de la Suprema Corte sobre la Ley de la Industria Eléctrica “para cancelar la decisión perversa, impuesta por los neoliberales corruptos, de no considerar como limpias las energías eléctricas, producidas por las hidroeléctricas de la CFE, con la descarada intención de darle preferencia al despacho con gas en las termoeléctricas privadas como Iberdrola”.