Reforma electoral
Monreal, disidente solitario
Presionado por dos bloques contrarios: morenistas y opositores –entre éstos el magnate Claudio X. González, quien lo llamó a "definirse"–, Monreal optó por una decisión política: con argumentos jurídicos, darle la espalda a la propuesta del presidente, quien nunca lo consideró como un sucesor digno.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).-Ricardo Monreal decidió enfrentarse solo al Plan B de reforma electoral, no ejercer su liderazgo parlamentario y aislarse. Tomó la decisión de no confrontarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador y la oposición le cerró las puertas.
Traición, tibieza, congruencia… su posición en contra de la reforma que trastoca la estructura del Instituto Nacional Electoral para los comicios de 2024, fue controvertida.
Para algunos, traicionó con su voto a Morena. Para otros, fue un acto de congruencia, pues había señalado 21 bloques de inconstitucionalidad en las reformas. Para otros tantos, su ambigüedad, después de ser conocido como un eficaz operador político que pudo haber juntado algunos votos en contra, sepultó sus pretensiones electorales rumbo a 2024.
Presionado por dos bloques contrarios: morenistas y opositores –entre éstos el magnate Claudio X. González, quien lo llamó a “definirse”–, Monreal optó por una decisión política: con argumentos jurídicos, darle la espalda a la propuesta del presidente, quien nunca lo consideró como un sucesor digno. Monreal prefirió la disidencia solitaria. No intentó convencer a los senadores y senadoras monrealistas y dejó que cada uno votara a conciencia.
“Nada de purgas –dijo al respecto López Obrador–. No hace falta que ninguna autoridad, ningún dirigente, que ninguna instancia de disciplina de un partido decida sobre el comportamiento de un militante, de un ciudadano, porque existe un tribunal popular, ya la gente está más que consciente”, añadió horas después de la votación.
Monreal votó contra una reforma del presidente por segunda vez. La primera fue en rechazo a las reformas legales con las que la Guardia Nacional quedó bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional, pues para ello debía modificarse la Carta Magna y el partido en el poder no tenía los votos suficientes. En esta segunda, justificó, consideró que 21 bloques de las seis reformas eran inconstitucionales y emitió su voto en contra.
Se sumó al rechazo otro morenista, Rafael Espino, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda del Senado. Aunque Morena sólo requería de mayoría simple, en momentos en los que el Partido Verde y el Partido del Trabajo negociaban sus votos a cambio de que les dieran vida artificial con la figura de candidaturas comunes, los ausentes también fueron notables: Susana Harp, Ifigenia Martínez, Cora Cecilia Pinedo y Arturo Bours, quien no asistió por un tema de salud.
Tras varios días de advertir que había detectado inconstitucionalidades en la minuta de reforma electoral proveniente de la Cámara de Diputados, durante la discusión en el Pleno el todavía coordinador de la bancada de Morena en el Senado presentó un voto particular, pues dijo ser un defensor de la Constitución y con tono solemne afirmó:
“Es un asunto que me mueve y asumo con toda responsabilidad, incluyendo los desenlaces, las consecuencias o lo que de ello resulte... Creo que se vulnera la Constitución. Con seriedad, atendiendo la doctrina, la jurisprudencia, los principios generales del derecho, afirmo y sostengo que algunas de las normas que pudieran aprobarse esta noche pueden alejarse de los principios constitucionales, y esa es mi defensa.”