Cuernavaca

Colectivas exigen disculpa del alcalde de Cuernavaca y cesar a jefa de Policía por "represión"

Seis activistas fueron detenidas en la protesta reprimida por la policía de Cuernavaca, el pasado jueves, y tenía por objetivo demandar la entrega de la menor Nikté, quien fue sustraída por su padre Alan Antonio Dorantes, y cuya custodia absoluta le fue entregada a Meztli Granados
sábado, 16 de abril de 2022 · 21:06

CUERNAVACA, Mor. (proceso.com.mx).- Colectivas demandaron una disculpa pública del alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, y la remoción inmediata de la titular de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano de Cuernavaca, Alicia Vázquez Luna, luego de la “represión” a la protesta que llevaron a cabo activistas en la Paloma de la Paz y que culminó con la detención violenta de seis personas.

La demanda corrió por las redes sociales durante las últimas horas, que se acompaña de convocatorias a movilizaciones contra el gobierno panista de Cuernavaca, ciudad que se encuentra entre las 50 más violentas del país y cuya policía utiliza incluso drones para vigilar la ciudad. Los reclamos de colectivas fueron acompañados de las etiquetas #CuernavacaVerguenzaNacional y #ProtestarNoEsDelito.

La protesta reprimida por la policía de Cuernavaca ocurrió el pasado jueves y tenía por objetivo demandar la entrega de la menor Nikté, quien fue sustraída por su padre Alan Antonio Dorantes, y cuya custodia absoluta le fue entregada a Meztli Granados, su madre, el pasado 30 de marzo y que sin embargo hasta el momento no le ha sido devuelta.

De hecho, el jueves 14 de marzo debería llevarse a cabo la diligencia en el domicilio donde se encuentra la menor, y sin embargo no ocurrió, por lo que Meztli y otras mujeres decidieron llevar a cabo la protesta en la Paloma de la Paz, acceso norte de Cuernavaca. La protesta transcurrió en calma, de hecho, dos patrullas de tránsito la vigilaron de lejos. Las mujeres hicieron pintas al monumento y bloquearon intermitentemente el paso.

Al momento de retirarse, pasado el mediodía, las manifestantes fueron interceptadas por varias patrullas de policías quienes primero les pidieron revisar sus mochilas. Las manifestantes se negaron y entonces los agentes arremetieron contra ellas. Detuvieron a cuatro de ellas, pero Meztli Granados logró escapar. Dos hombres también fueron detenidos. A las primeras las acusaron de daño en propiedad y vandalismo, a los segundos de tentativa de homicidio.

Durante cuatro horas, las seis personas detenidas fueron llevadas a distintos lugares. En el caso de los hombres, fueron golpeados por los agentes. Luego, la presión en las redes sociales obligó a las autoridades a dejarlos en libertad y emitieron un comunicado para justificar la detención. Al mismo tiempo, el gobierno del estado emitió un comunicado para deslindarse de la detención.

Durante la tarde del jueves y a lo largo del viernes, las colectivas feministas demandaron la renuncia de Vázquez Luna y exigieron una disculpa pública del presidente municipal José Luis Urióstegui Salgado, quien ha guardado silencio durante estos días. Hasta el momento no ha habido reacción del municipio.

“Me castigan por levantar la voz”: Meztli

En tanto, Meztli Granados, madre de la menor víctima de violencia vicaria, Nikté Antonella, aseguró que la policía de Cuernavaca estuvo amedrentando la manifestación del jueves pasado. “Utilizaron un dron para intimidarlos, nunca mandaron uno para buscar a mi hija, pero sí para amedrentarnos. Luego enviaron policías a reprimirnos, pero nunca llegaron para evitar la sustracción de mi hija”, sostuvo.

Alan Antonio Dorantes, padre de la menor, es hermano de Rodrigo Dorantes, quien fuera procurador de justicia durante el gobierno de Graco Ramírez, y quien ordenó en marzo y julio de 2014 que se inhumara sin identificar a un número indeterminado de cuerpos en fosas irregulares cavadas en Tetelcingo y Jojutla.

Activistas feministas no descartan tráfico de influencias de Rodrigo Dorantes en el Tribunal Superior de Justicia y en la propia Fiscalía para que su hermano eluda a la justicia y no entregue a Nikté a su madre, a pesar de que desde el 30 de marzo la madre logró la custodia. Por ello demandan a las autoridades cumplir la diligencia de entrega de la menor.

Mientras tanto, Meztli Granados no duda en asegurar que la represión de la protesta en la que ella misma participaba, “es una persecución, una cacería en mi contra, por levantar la voz, por demandar justicia”. Dijo que el padre de su hija está vinculado a proceso en la Ciudad de México por violencia vicaria.

 

Comentarios