Coahuila
Joven denuncia violencia institucional en Coahuila; agresor es familiar de policías y funcionarios
La joven denunció ser víctima de violencia física, sexual y ahora digital, pero las autoridades sólo emitieron una orden de restricción sin iniciar el debido proceso judicial.SALTILLO, Coah. (apro).- Melissa lleva cuatro años viviendo violencia institucional en Coahuila pese a ser víctima de violencia física, sexual y ahora digital, pero para las autoridades estatales una orden de restricción al agresor es suficiente, mientras que la joven de 18 años ha sido obligada a aislarse y buscar otras instancias para denunciar lo que enfrenta. El miércoles por la noche, buscando el apoyo de la sociedad, denunció públicamente los hechos al término de una obra de teatro donde se aborda la violencia contra las mujeres.
Cuando tenía 14 años Melissa empezó una relación de noviazgo con Luis “N”, quien es hijo de policías municipales de Torreón, donde trabajan además dos de sus tíos y otro familiar labora en la Fiscalía General de Coahuila. Al poco tiempo su pareja la agredió física y sexualmente además de privarla de su libertad.
Los delitos se denunciaron, pero las autoridades sólo emitieron una orden de restricción sin iniciar el debido proceso judicial y en mayo de este 2025 empezaron a circular videos íntimos de la joven que hoy es mayor de edad, pero tampoco ha logrado acciones legales en contra de su agresor y familiares que lo apoyan en la distribución de los mismos.
“Fue un 2 de diciembre de 2022 la primera denuncia por los golpes y privación de la libertad y la segunda fue en mayo de este año y duré dos semanas yendo a la Fiscalía (General del Estado en Torreón) y luego al Centro de Empoderamiento de la Mujer y de ahí me mandaron de nuevo a la Fiscalía porque lo de los videos era tema de la policía cibernética. Me pasaron con dos ministerios públicos, y una de ellas me dijo que sólo podrían darme una orden de restricción y en otra ocasión al fin me tomaron mi declaración”, explica Melissa.
La joven, que estaba acompañada por su madre, recibió los regaños de las titulares del Ministerio Público que le daban a entender que ella era la responsable de lo que estaba pasando.
“Me dijeron que cómo se me ocurría grabarme, que si ya sabíamos cómo eran los hombres, que era para que yo aprendiera a no volver hacerlo. Después de tres días fui con mi mamá de nuevo y resulta que la carpeta no la encontraban y le decían a mi madre que se callara porque yo ya era una adulta y dijeron que lo llamarían, pero él no fue cuestionado sobre los videos. Luego, en un baile se acercó a estrujarme del brazo y fue cuando se emitió una orden de restricción que no ha cumplido”, señala.
Las acciones del agresor y la apatía de las autoridades han obligado a Melissa a aislarse e incluso dejar sus aspiraciones de estudiar para maestra de preescolar, porque en la Normal estudia la media hermana de su expareja que también ha difundido los videos y emprendido campañas de desprestigio en su contra en redes sociales.
Además, trató de atropellar en dos ocasiones a una amiga de la joven que la convenció de denunciar y contarle a su madre lo que estaba pasando por las agresiones físicas y sexuales que tuvo desde la adolescencia. También se aparece donde ella se encuentre e incluso pasa con frecuencia por su domicilio, mientras que las autoridades sólo le informan que “ya lo van a llamar” y él sigue haciendo videos en sus redes sociales donde se burla de ella y la llama mentirosa lo que provoca mayor hostigamiento digital en contra de Melissa.
Para Jacqueline Campbell, quien acompaña a la joven en el caso, la violencia institucional en Coahuila pone en riesgo la vida de Melissa por al revisar el “violentómetro” sólo falta llegar a perder la vida, lo cual ya lo ha intentado al desnudarla y romperle la ropa con un cuchillo y tratar de asfixiarla.
“No hay una preparación en perspectiva de género. Las Ministerio Público actúan como machos protegiendo machos las mismas del Centro de Empoderamiento de la Mujer y de la Fiscalía no saben tratar a mujeres en situación de violencia y las denuncias no las configuran por el delito de intento de femincidio”, afirma.
La activista y defensora de derechos humanos señala que el entorno de violencia incluye a la familia del agresor que usa armas de fuego y que pudiera ser explicación para esa protección que las autoridades están dando desde hace tres años que se presentaron las primeras denuncias.
Melissa presenció la obra de teatro “Hilos” y ante el público asistente dijo sentirse identificada con la forma cómo se presentó la agresión hacia las mujeres y denunció que la autoridad no le da importancia a lo que vive.