Guerrero

Rinden homenaje al exgobernador Rubén Figueroa, uno de los artífices de la guerra sucia en Guerrero

Familiares de víctimas y representantes de organizaciones sociales que padecieron represión durante el gobierno del “Tigre de Huitzuco” reprobaron el acto.
lunes, 10 de noviembre de 2025 · 22:00

CHILPANCINGO, Gro. (apro).- El gobierno de Guerrero, encabezado por la morenista Evelyn Salgado, rindió un homenaje al exgobernador de Guerrero, de 1975 a 1981, Rubén Figueroa Figueroa, el “Tigre de Huitzuco”, considerado uno de los artífices de la guerra sucia en la entidad.  

Familiares de víctimas y representantes de organizaciones sociales que padecieron represión durante su gobierno reprobaron el acto. Tras las críticas, el gobierno estatal borró de sus cuentas oficiales la publicación. 

“Ni los gobiernos de derecha se atrevieron a rendir un homenaje a un gobernador genocida”, expresó la dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Norma Mesino Mesino. 

La mañana del domingo el gobierno de Evelyn Salgado, a través de la titular de la Secretaría de Cultura, Aída Melina Martínez Rebolledo y el dos veces alcalde morenista de Huitzuco, Eder Nájera Nájera, realizaron una ceremonia para conmemorar el 117 aniversario del natalicio del Ing. Rubén Figueroa Figueroa.  

El homenaje, justificó, el gobierno estatal, fue en cumplimiento al calendario cívico oficial de la Ley 761 sobre los símbolos de identidad y pertenencia de los guerrerenses, publicada en el Periódico Oficial el 31 de julio de 2018. 

A la ceremonia asistió el teniente coronel de Infantería, Issac Ramírez Martín, por parte de la 35 Zona Militar del Ejército y el suboficial Dircio Lorenzo Victoriano, como representante de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.  

Estuvo presente el hijo del homenajeado, el también exgobernador Rubén Figueroa Alcocer, que ejerció tres años el cargo, de 1993 a 1996, debido a que renunció tras difundirse un video donde se comprobó que su policía masacró el 28 de junio de 1995 a 17 campesinos de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) en el vado de Aguas Blancas, cuando se dirigían a Atoyac.   

Y uno de los alumnos más destacados del figueroismo, el exsenador priista Héctor Vicario Castrejón. 

Rubén Figueroa Figueroa (Ciudad de México, 1908-1991), ingeniero topógrafo, fue diputado federal, senador y gobernador de Guerrero (1975 a 1981). Se convirtió en una los transportistas más influyentes del país al ser propietario de las empresas Autotransportes Figueroa México–Acapulco y la Flecha Roja.  

En plena campaña a la gubernatura, el 30 de mayo de 1974, fue secuestrado por integrantes del Partido de los Pobres, encabezado por el profesor rural y guerrillero Lucio Cabañas. Figueroa Figueroa fue liberado el 8 de septiembre del mismo año tras un operativo policiaco y militar. El 2 de diciembre fue asesinado el guerrillero por elementos del Ejército en la sierra de Técpan de Galeana.  

En venganza, el entonces gobernador abusó sexualmente de Isabel, la viuda de Lucio Cabañas.    

Cientos de campesinos acusados de pertenecer a la guerrilla fueron perseguidos, torturados, desaparecidos y asesinados por militares y policías de la Dirección Federal de Seguridad del mayor del Ejército, Arturo Acosta Chaparro, en el gobierno de Luis Echeverría.  

El 29 de octubre de 1976, Arturo Acosta fue nombrado por Rubén Figueroa Figueroa, jefe de la Policía Judicial del Estado de Guerrero, subdirector de la Policía Judicial del Estado de Guerrero.  

 

Una vileza de un gobierno que pregona el humanismo 

 

Norma Mesino Mesino, líder de la OCSS, consideró que el homenaje que le hizo el gobierno de Evelyn Salgado fue una vileza para las víctimas.  

“Reconocer al exgobernador Rubén Figueroa Figueroa, uno de los responsables de las desapariciones de más de 600 campesinos en el municipio de Atoyac donde quedaron pueblos enteros devastados y miles de familias desplazadas, es una ofensa”, dijo. 

Norma Mesino es parte de una dinastía de luchadores sociales que han vivido en carne propia la violenta represión por organizarse en defensa de sus recursos naturales y por exigir mejoras para sus comunidades.  

Entre las víctimas está Alberto Mesino Acosta, desaparecido el 18 de julio de 1974 por militares en la localidad Agua Fría, municipio de Atoyac. Alberto era hermano de Hilario Mesino, fundador de la OCSS. 

Y los hijos de Hilario, Miguel Ángel Mesino Mesino y Rocío Mesino Mesino, asesinados el 18 de septiembre de 2005 y el 19 de octubre de 2013. 

En la lista hay más de 40 simpatizantes de la OCSS y dirigentes sociales ultimados, desaparecidos y desplazados. Otros murieron a causa de las secuelas y nunca encontraron justicia. Aún sigue preso Antonio Barragán Carrasco, sobreviviente de la matanza de Aguas Blancas.  

“Muchas familias sufrieron la cruenta represión de este gobierno genocida de Rubén Figueroa y de generales del Ejército como Arturo Acosta Chaparro y Francisco Quiroz Hermosillo. 

“Fue un gobierno que quedó en la total impunidad por el pacto con los gobernantes sucesores. Y su hijo Rubén Figueroa Alcocer fue uno de los responsables de la masacre de 17 compañeros en Aguas Blancas y más de 23 heridos.  

Del 70 al 74 cuando gobernaba Luis Echeverria, recuerda la líder social, se dio una cruel embestida contra la población.  

“No fue una guerra sucia, fue un terrorismo de Estado porque a la gente se le ejecutó, detuvo y torturó injustamente”, dijo. 

Recuerda que en las comunidades Los Piloncillos y Río Chiquito, en la sierra de Atoyac, todos los hombres mayores de 18 años, fueron masacrados.  

“Muchos pueblos tienen una herida abierta”, dice.  

“Para nosotros es una ofensa porque no se ha hecho justicia, no ha atendido a los familiares que han sido víctimas de la represión, han sido muchos los asesinatos donde ha estado la mano del figueroismo como el de Rocío Mesino, Luis Olivares, Arturo Hernández Cardona y Ranferi Hernández”, expresa.  

“Este homenaje a los genocidas y perpetradores nos demuestra que existe ese pacto que no se va a romper”. 

Agrega que fueron gobiernos sanguinarios que no fueron investigados, enjuiciados y castigados.  

“Hoy no solo son exonerados, sino homenajeados. Ni los gobiernos de derecha se atrevieron a reconocer a este genocida. Un gobierno que se dice de la Cuarta Transformación, que pregona el humanismo, que no roba, que no traiciona. Todo eso es una vileza”. 

La activista social insiste en que lo que marcó a Guerrero en la historia de represión contra la lucha social fue el caciquismo de Rubén Figueroa Figueroa y Rubén Figueroa Alcocer, hijo. 

“Nos sentimos agraviados por ese homenaje a un asesino por parte de Evelyn Salgado y su padre Félix Salgado”. 

Condenaron el homenaje además la Coordinadora de Comisarios Ejidales y Comunales del Estado de Guerrero, la Cátedra Sur Lucio Cabañas, el Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero y el colectivo de Esposas e Hijos de Desaparecidos y Desplazados de la Guerra Sucia.  

En un comunicado conjunto demandaron al gobierno de Guerrero una disculpa pública para las familias y sobrevivientes de los crímenes cometidos por Rubén Figueroa Figueroa y la eliminación de la fecha de su nacimiento y de su estirpe en el Calendario Cívico Oficial del estado. 

La incorporación al Calendario Cívico de las fechas de nacimiento y muerte de los profesores Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas, así como dedicar un día a la memoria de las víctimas de la violencia de Estado.  

Y acciones concretas para resarcir las violaciones graves a los derechos humanos que hasta la actualidad siguen padeciendo los guerrerenses. 

 

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