CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Los Comités de Cuenca del Río Sonora (CCRS) recordaron a la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, su promesa de atender a población afectada por el derrame de tóxicos de una mina propiedad de Grupo México, tragedia que en un mes cumplirá diez años.

En un comunicado, los CCRS señalaron que, el pasado 11 de junio, una comisión de sus integrantes acudieron a la casa de transición de Sheinbaum Pardo, a quien le entregaron un pliego petitorio, ante lo que “se comprometió a dar seguimiento, y tener una reunión con nosotros una vez que tuviera su equipo de trabajo”.

“Nos parece fundamental que la agenda de la presidenta electa contemple abordar el caso del peor desastre ambiental en la historia de la minería en México”.

Los pobladores afectados recordaron a la próxima presidenta que “tiene en sus manos la oportunidad histórica de hacer lo que durante dos sexenios no se logró: frenar la impunidad en la que permanece la empresa del segundo hombre más rico de México (Germán Larrea), y traer justicia para el Río Sonora”.        

Tras recordar que en un mes se cumplirán “diez años de impunidad para Grupo México, empresa responsable” del derrame que afectó a más de 22 mil personas, los CCRS puntualizaron que, desde entonces, los habitantes de la zona del río Sonora sufren enfermedades graves a causa de los metales pesados arrojados al río causando muertes, además de que ha sido una década de “simulaciones de parte de autoridades y negligencias”.

En el comunicado, los habitantes afectados llamaron a Sheinbaum Pardo “a cumplir su palabra y escuchar las voces de quienes habitamos en el Río Sonora; a ella y su equipo que trabajen un plan de transición, para que no transcurra otro sexenio sin justicia; y a reunirnos para que escuche los enormes impactos al medio ambiente que persisten hasta el día de hoy, así como las graves violaciones a nuestros derechos humanos que se han cometido de forma sistemática durante todo este tiempo”.

Los CCRS alertaron que, de diseñarse un Plan Sonora “sin atención integral a víctimas de empresas como Grupo México, dejaría un vacío enorme por el cual podría filtrarse otro desastre de igual o mayor magnitud”.