CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cuerpos con signos de violencia fueron localizados este fin de semana en Hidalgo, en una región que es parte de una disputa entre organizaciones delictivas por las rutas del narcomenudeo y los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para extraer combustible. El gobierno no reconoce la presencia de cárteles.

El sábado 13 de julio, en el momento en el que se llevaba a cabo el evento del mandatario Andrés Manuel López Obrador en Tula –con la asistencia de la presidenta electa Claudia Sheinbaum y el gobernador Julio Menchaca Salazar–, en el municipio aledaño de Tlaxcoapan una balacera dejó dos hombres heridos y uno muerto, en la comunidad de Nantzha. El mismo día fue localizado un cuerpo en estado de descomposición en las aguas residuales de la presa Endhó, y otro cadáver con impactos de bala también en Tula.

En la misma región, otra persona asesinada a tiros fue hallada dentro de una camioneta, en la colonia Praderas en Atotonilco de Tula, tres días antes, en la localidad de Boxfi, una persona fue atacada con arma de fuego en la avenida Torres; aunque no murió al instante y llamó por teléfono a su hermano para pedirle ayuda, no sobrevivió y su cuerpo quedó tendido en una banqueta.

Mientras que en la noche del domingo, en la zona metropolitana de Pachuca, un cadáver dentro de un tambo de 200 litros tapado con arena fue encontrado en una vivienda en la cerrada de Roma, en el fraccionamiento Rancho La Colonia, cuando agentes de Pachuca y Mineral de la Reforma seguían a presuntos responsable del robo con violencia de una motocicleta; tres personas fueron detenidas.

El 12 de julio, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJEH) informó que después de tres órdenes de cateo, igualmente en la región del Valle del Mezquital, en Ixmiquilpan, aseguró 70 mil dosis de mariguana y 12 mil de cristal, en inmuebles ubicados en el barrio de San Nicolás y la colonia San Antonio.

En la semana previa también localizaron cuerpos en distintos puntos de la entidad: el 9, una mujer desnuda, en estado de descomposición, en un terreno baldío sobre avenida 21 de marzo, en Tulancingo –aunque la primera versión de la policía municipal dice que descarta signos de violencia–; tres días antes, en Atotonilco de Tula, un hombre sin signos vitales amarrado de los pies con un alambre y envuelto en una cobija de la cintura hacia arriba, en una vivienda de la comunidad del Mirador. Esa noche, en Ixmiquilpan un grupo con armas de alto calibre llegó a Ginza disco bar, en Ixmiquilpan y disparó contra tres hombres, a quienes mató al instante.