Morelos

Obispo de Chilpancingo entró voluntariamente a un motel con un hombre: Seguridad Pública

El titular de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES) de Morelos, José Antonio Ortiz Guarneros, descartó que la desaparición de Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito de Chilpancingo, se debiera a un secuestro exprés.
jueves, 2 de mayo de 2024 · 17:40

CUERNAVACA, Mor. (apro).– El caso del obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, tomó un nuevo rumbo luego de que, este jueves, el titular de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES), José Antonio Ortiz Guarneros, insistió en que lo que ocurrió el fin de semana no fue un secuestro exprés.

Aseguró en entrevista con los medios de comunicación que han entregado a la Fiscalía General de Justicia un conjunto de imágenes en las que se puede observar que el prelado ingresa “voluntariamente” al hotel Real Ocotepec, ubicado en el poblado del mismo nombre, en la capital de Morelos, acompañado de otro hombre.

Dijo que la Fiscalía fue la que aseguró que lo ocurrido fue un secuestro exprés, “nosotros pensamos que no, pero el fiscal tendrá que demostrar por qué sí fue un secuestro exprés, en base a que lo dijo”. Señaló que “los que están en la política están aprovechando esto para denostar el actuar de la seguridad en el estado”.

Rangel Mendoza, quien desde hace tres años vive en el fraccionamiento Las Fincas de Jiutepec, salió de su casa el sábado pasado y dejó su celular “cargando batería” en la vivienda. A partir de ahí, permaneció desaparecido 36 horas, hasta que ingresó a un hospital público en Cuernavaca. El lunes 29 por la mañana se interpuso una denuncia por desaparición.

Sin embargo, luego se supo que desde la noche del domingo fue ingresado al nosocomio, pero no fue identificado sino hasta el lunes por la tarde. De acuerdo con la información disponible, el prelado habría sido encontrado en un motel de Ocotepec, y habría sido trasladado por paramédicos en una ambulancia al hospital general de Cuernavaca, José G. Parres.

Las autoridades de seguridad pública y el gobierno del estado han ido dando a conocer poco a poco, casi por goteo, la información que tienen respecto al caso. La Fiscalía informó desde el lunes que su hipótesis era un secuestro exprés. Pero el propio gobernador en funciones, Samuel Sotelo, dudó de esa línea de investigación desde el martes pasado. Ahora, el titular de la CES dice que hay evidencias de que no fue secuestro.

Al mismo tiempo, circularon en chats y redes sociales versiones de los documentos que se elaboraron en el Hospital General de Cuernavaca José G. Parres, al momento del ingreso y el egreso voluntario del prelado. En los reportes se establece que el obispo habría sido rescatado del motel, a partir de que los dueños del lugar pidieron auxilio.

El reporte de ingreso, firmado por una trabajadora social, señala que “los paramédicos que lo recogieron inconsciente y desnudo en una habitación del hotel Real de Ocotepec, en Ocotepec, municipio de Cuernavaca, Morelos, los paramédicos presentan las pertenencias del paciente en una bolsa negra, la cual se le recoge y es un pantalón de vestir gris oscuro, una camisa de cuadros moradas, un gel lubricante íntimo y un estuche pequeño color negro, con seis condones (uno abierto) y cinco pastillas azules, no se recoge ninguna identificación, ni dinero u objeto de valor alguno”.

Mientras que el documento de egreso establece que el diagnóstico con el que ingresó al hospital fue el de “toxindrome hipnótico sedante” y que el examen toxicológico fue positivo a “benzodiazepina más cocaína”. En tanto, el obispo emérito no ha aparecido públicamente, no se sabe claramente dónde está. Este jueves, en un escueto video, el abogado del prelado, Pedro Martínez Bello, decidió renunciar a su representación. La Fiscalía, de su lado, no ha informado nada, sólo que se encuentra investigando.

Los hechos en cuestión iniciaron este lunes 29 de abril, cuando se denunció por la mañana la desaparición del obispo. Luego, un comunicado en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) confirmó el rumor de que “se encuentra bajo cautiverio”. Por la tarde, Salvador Rangel fue localizado en el hospital público, y el fiscal Uriel Carmona se adelantó a decir que tenía la hipótesis de que había sufrido un secuestro exprés.

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