PUEBLA, Pue.,  (apro).- La dirigente estatal de Morena, Olga Lucía Romero Garci Crespo, salió a la defensa de Eukid Castañón Herrera, a quien ubicó como un “operador político” que “conoce bien el estado”, pese a que en los comicios de 2018 el partido guinda acusó al ahora exmorenovallista de ser quien estuvo a cargo de la “mapachera” que operó a favor de la panista Martha Erika Alonso.

Luego de que los partidos integrantes de la coalición Corazón y Fuerza por México presentaron una denuncia en contra del también exdiputado federal -ahora reclutado por Morena- Romero Garci Crespo dio por hecho que esas acusaciones no procederán.

“Obviamente ahorita el Frente está ocupando toda esta guerra de lodo, golpes blandos, que no lo van a dejar de hacer obviamente, pero las autoridades competentes tendrán que revisar las denuncias que ellos pongan, que estén fundamentadas y motivadas, esperemos a que eso suceda, pero lo que creo es lo que están demostrando es que se están muriendo de miedo”, expresó.

Por otro lado, dijo que Castañón, quien fue uno de los hombres más cercanos a Rafael Moreno Valle y que fue acusado por el ahora fallecido Miguel Barbosa Huerta como un “delincuente”, es “sólo un operador”.

“Al decir operador, me refiero a que Eukid Castañón es una persona que conoce el estado, que conoce a la gente, que siempre lo ha caminado y es un operador político, eso es lo que hace, nada más, es lo único que quiero decir”, dijo la dirigente de Morena.

Cabe recordar que en las elecciones de 2018, Morena señaló a Castañón como el que estaba al frente de un centro de operaciones del PAN, donde supuestamente se estaban alterando documentación electoral a favor de la entonces candidata a gobernadora, Martha Erika Alonso Hidalgo.

Además, durante el sexenio de Moreno Valle, el ahora operador del candidato a la alcaldía de Morena, Pepe Chedraui, fue acusado en múltiples ocasiones de recurrir a amenazas, intimidaciones, asaltos a viviendas y otras acciones fuera de la ley en contra de los opositores o críticos al gobierno estatal.

En particular, el morenovallista fue señalado de estar a cargo del centro de espionaje telefónico que lo mismo interfirió llamadas de líderes sociales, partidistas, funcionarios estatales y federales, empresarios, periodistas y hasta el entonces presidente Enrique Peña Nieto.