Oaxaca

Increpan a Lizett Arroyo por ofrecer 300 pesos a mujeres para acto electoral, y sólo les dio 100

La legisladora morenista, que busca la presidencia municipal de Oaxaca, realizó una “protesta” en la Antimonumenta, donde la Colectiva Chicatanas le aclaró: “no le debemos sororidad a una mujer violenta y oportunista”.
martes, 23 de enero de 2024 · 13:46

OAXACA, Oax. (apro).- “No somos carne de cañón para tu campaña”, así le recriminó Colectiva Chicatanas a la diputada de Morena Lizett Arroyo Rodríguez, quien busca la presidencia municipal de Oaxaca, asimismo le aclararon: “no nos representas”, porque con sus políticas patriarcales confirma que es “una mujer violenta y oportunista”.

En un pronunciamiento emitido luego de que se difundió un video que se hizo viral en redes sociales donde la diputada Liz Arroyo fue increpada por un grupo de mujeres que presuntamente fueron acarreadas a cambio de un pago de 300 pesos y que finalmente sólo les dieron 100 pesos, el colectivo de mujeres se deslindó de actividades convocadas por los partidos políticos que parten desde la Antimonumenta.

Cabe mencionar que el sábado 20 de enero, la legisladora morenista encabezó una “protesta” desde la Antimonumenta, lo que fue calificado como un acto de oportunismo y simulación negligente ante las mujeres muertas por feminicidio al recalcarle que “no le debemos sororidad a una mujer violenta y oportunista”.

Colectiva Chicatanas aclaró que la Antimonumenta instalada en noviembre de 2021 en inmediaciones de la fuente de las Ocho Regiones es resultado del trabajo colectivo que implicó años de articulación entre colectivas, organizaciones y mujeres independientes en el estado de Oaxaca, pero sobre todo que representa el dolor, la rabia y la ausencia de cada una de las mujeres que han sido víctimas de feminicidio.

“El día de hoy, diferentes medios de comunicación y en redes sociales se comparten discursos absurdos de partidos políticos que nuevamente se montan en una lucha feminista, que por supuesto desconocen, y en los momentos más álgidos de violencia han brillado por su ausencia, si no es que son ellos quienes la reproducen y encubren”, puntualiza en el pronunciamiento.

El documento suscrito por las “morras que hemos acompañado a mujeres víctimas de las diferentes violencias, a las mujeres que han vivido en sus cuerpos la violencia de este sistema patriarcal y las familias que quedaron con un hueco en sus corazones y vidas por la muerte de sus hijas, madres, hermanas, amigas y vecinas, aclararon que la Antimonumenta no es un símbolo para la popularidad de nadie, no es emblema de ningún partido político, no es un símbolo para la simulación de intereses particulares.

Le recriminaron a la diputada Liz Arroyo “que porque somos mujeres le debemos o nos debemos a cualquier causa sin ser críticas y ese es el error más grande que las élites políticas tienen”.

Cuestionaron la ignorancia de la legisladora sobre las causas profundas que llevaron a la instalación de la Antimonumenta, tan es así que continúa implementando prácticas políticas patriarcales de acarreo prometiendo pagos a mujeres de diversas colonias:

“Liz Arroyo ¿Desconoces que muchas de las mujeres que convocas son cabezas de hogar y viven al día? ¿Eres consciente de la pobreza y brecha salarial que vivimos las mujeres? ¡No! El privilegio te ciega por lo que nos pronunciamos: Liz Arroyo, no nos representas, no reconocemos en ninguno de nuestros círculos tu trabajo con las mujeres y tu interés genuino por el movimiento”.

Finalmente le reiteraron: “tienes, como todas, la posibilidad de defender tu derecho a la participación política, siempre y cuando tengas claro que no puedes abanderar un trabajo y lucha que no sientes propio”.

Por su parte, la diputada emanada del partido en el poder alardeó: “¡Marchamos por un cambio real! Queremos que cada mujer que decida contender por un cargo lo haga sin miedo, sin temor a represalias o a que su reputación sea mancillada. Basta de tolerar el abuso de poder, demasiadas veces respaldado por la complacencia de las autoridades. Hoy alzamos nuestras voces para exigir que los violentadores queden fuera de los procesos electorales.

Apenas el pasado 13 de diciembre, con 33 votos a favor y cinco en contra, el Congreso de Oaxaca, en su mayoría morenistas y mujeres, aprobó una reforma constitucional propuesta por el gobernador Salomón Jara Cruz con dedicatoria a la senadora Susana Harp Iturribarría, para que la próxima gubernatura tenga una duración de sólo dos años, lo que fue calificado como una decisión de “violencia política contra las mujeres”.

Sin embargo, la diputada Liz Arroyo que tanto abandera el tema de las mujeres, ese día curiosamente abandonó la sesión para no votar y, lo que es peor, guardó silencio ante este caso que afecta directamente a las mujeres con tal de asegurar su candidatura a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez.

Este hecho hizo que la única legisladora que voto en contra de esa reforma, Cony Rueda, haya denunciado que “el Congreso se ha convertido en un espacio en donde se violenta a las mujeres de Oaxaca, una réplica y una caja de resonancia de los machos, del patriarcado”.

Al referirse a las diputadas que propusieron y se sumaron a impulsar esta reforma, cuestionó que “la violencia indigna y enoja cuando es de los hombres hacia las mujeres, pero lacera y hiere más cuando es de una mujer hacia otra mujer”.

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