GUADALAJARA, Jal. (apro).- La delincuencia organizada tendió una trampa para emboscar el martes 11 a los agentes de la Fiscalía de Jalisco y a los policías municipales que se dirigían a atender un reporte anónimo acerca de una fosa clandestina supuestamente ubicada en un predio cercano a la cabecera de Tlajomulco, informó el gobernador Enrique Alfaro.

Precisó que la agresión, ocurrida en la colonia Larios de ese municipio, causó la muerte de seis personas y lesiones a otras 12, entre ellas algunos civiles.

“Es un acto de terror brutal”, dijo Alfaro, “un hecho que no habíamos visto antes aquí, con artefactos explosivos improvisados; detonaron siete de ellos, uno más afortunadamente no explotó.

Detalló que ayer una integrante de un colectivo de Madres Buscadoras de Desaparecidos recibió una denuncia anónima sobre la ubicación de restos humanos. Agregó que ella pasó el dato a la autoridad, por lo que acudieron al punto.

“Lo que sucedió es que fue una trampa para nuestros elementos. Lo que sucedió es que esa llamada buscaba la presencia de nuestras policías para poder agredirlas con esos artefactos explosivos”, recalcó.

Dijo que por ante esos hechos y por la seguridad de las personas que buscan a sus familiares desaparecidos, las búsquedas a partir de denuncias anónimas estarán suspendidas “hasta que podamos definir una ruta a seguir”.

Agregó que ya se desplegó un operativo, bajo la directriz del Ejército, con el objetivo de localizar a los responsables, y aseguró que se garantizará la seguridad de los ciudadanos.

Consideró que, aunque Jalisco cuenta con una “ruta efectiva” para reducir la incidencia delictiva, grupos de la delincuencia organizada buscan con ese tipo de actos generar miedo, descontrol y pánico entre la población.

“Es un hecho que no habíamos visto antes aquí, con artefactos explosivos improvisados; detonaron siete de ellos, uno más afortunadamente no explotó”, dijo Alfaro.