Con las denuncias por abusos de taxistas en Quintana Roo contra conductores de Uber “están exagerando un poquito”, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Manifestó que es una situación que se debe resolver en el estado por las vías legales “y está atendiéndolo la gobernadora, le tenemos confianza a Mara”, aunque el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito falló a favor de la plataforma.

“En los dos casos que se pongan de acuerdo, y algo que es fundamental; que no se acuda a la violencia, que se resuelvan las cosas mediante el diálogo y por la vía legal –dijo el presidente–, y si le dan la razón no tiene que haber problema”.

El mandatario federal negó que exista preocupación por la alerta de Estados Unidos a sus ciudadanos en el estado por la actitud violenta de los taxistas regulares, porque continúa la llegada de turistas a Quintana Roo.

“Para que tengan un dato, hay días que llegan o se salen y aterrizan 700 aviones en ese aeropuerto”, aseguró.

La gobernadora Mara Lezama también le expuso que ya atiende el problema y que por la protesta del sector hubo una afectación de cerca de cuatro horas. “Aun cuando hay esta confrontación, se garantiza que los turistas y los que usan el aeropuerto puedan entrar y salir; están resolviendo el caso, está atendiendo la gobernadora”.

A decir de López Obrador, le llamó la atención la gran difusión de la agresión de un taxista a un conductor de Uber y consideró que quienes están en contra de su gobierno quisieran que en el país hubiera muchos problemas. “Les he mandado decir que se serenen”, comentó.

No descartó que exista una campaña para “inflar” la situación del transporte en Quintana Roo, dijo, pero “si hubiese visto a la gobernadora preocupada o pidiéndome apoyo”, hablaría de un asunto que preocupe.

Expuso que su mensaje a los turistas es que estos temas se están resolviendo “y ahora se atienden todos los problemas. ¿Antes les dejaban a ustedes preguntar al presidente? ¿Cuántas conferencias de prensa daban los anteriores presidentes?”.

Tampoco consideró que se trate de una “campaña negra” contra la gobernadora: “No, tampoco. Es que hay dos partes. Antes se acudía a los medios y, si se tenía dinero, se pagaba y se decía: yo soy el bueno, el otro es el malo”.

Ironizó en la importancia que la ciudadanía daba a la información que se difundía en televisión o algún conductor conocido, así como los pronunciamientos de organismos internacionales que defienden derechos humanos y mencionó a la ONU y Artículo 19. 

“¿Un mexicano con un poco de luz en la frente va a creerle a una diputada senadora del conservadurismo que dijo que con el tren maya el mar Caribe iba a cambiar de color, que ya no iba a tener el azul turquesa? No, se quedaron en el almanaque”, expresó.