TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (proceso.com.mx).– La mañana de este sábado, más de 500 migrantes partieron de Tapachula en una caravana denominada “Viacrucis del Migrante”, pero kilómetros más adelante, al salir de la ciudad, agentes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM) les ofrecieron autobuses para llevarlos a Huixtla, donde iniciarán su proceso de regularización.  

Contrario a lo ocurrido con otras caravanas, esta vez los agentes de la Guardia Nacional y del INM no se confrontaron con los más de 500 hombres, mujeres, niños y niñas, que proceden principalmente de los países centroamericanos.

Con consignas y algunos con banderas de sus países de origen, los migrantes pasaron la garita de Viva México, donde ya los esperaban los uniformados para ofrecerles los autobuses y llevarlos hasta la ciudad próxima de Huixtla, a 41 kilómetros de donde partieron.

Irineo Mujica Morga, activista defensor de los derechos humanos de este sector, dijo que este domingo, después de las 9 de la mañana, empezará el proceso de regularización de estos 500 migrantes.

“Pero esto resuelve el problema sólo de esos 500 migrantes que salieron de Tapachula, pero no resuelve la problemática del todo en la frontera sur”, indicó.  

Mujica elogió que en esta ocasión no recurrió a la violencia para reprimir a los migrantes que salieron esta mañana.

Exhortó al INM a atender a la población migrante que se encuentra en las calles de Tapachula, personas que no tienen qué comer y dónde vivir, ni siquiera dónde poder hacer de sus necesidades fisiológicas y que necesitan este tipo de salidas, de escape de esta realidad.

Demandó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a intervenir y dar seguimiento a los procesos de movilización y regularización, pues en el norte del país los agentes del INM no respetan los documentos que en el sur esta misma dependencia les da.  

Dijo que en las ciudades del norte del país, los agentes del INM les rompen sus papeles, abusan de los migrantes y los deportan de manera arbitraria.

El activista pidió que se investiguen las redes y complicidades de agentes del INM con bandas criminales que ven afectados sus negocios con la regularización migratoria y por eso apelan a que siga siendo una acción clandestina.