Hidalgo
Muere niño de 11 años por presunto bullying en Hidalgo; titular de Educación culpa a la “pobreza"
Un menor de 11 años de Hidalgo murió por traumatismo de tórax y riñones; pese a que el informe médico certifica las lesiones, el secretario de Educación estatal descartó el bullying y aseguró que fue una "tragedia de la pobreza".PACHUCA, Hgo. (apro).– Un menor de 11 años, del municipio de Francisco I. Madero, en Hidalgo, falleció por traumatismo de tórax, lesiones en los riñones y múltiples lisiaduras en el cuerpo hechas por terceras personas, reveló el dictamen médico.
La familia del mejor acusa que fue agredido en la primaria donde cursaba el sexto año; las autoridades educativas, en cambio, lo consideraron una “tragedia de la pobreza”, lo cual generó la molestia de las víctimas indirectas, que reclaman justicia.
El menor, cuya identidad se reserva, dejó de asistir a la primaria 20 de Noviembre de la comunidad de San Juan Tepa, en Francisco I. Madero, el lunes 19 de septiembre. Según el reporte escolar, la abuela, de 76 años, y quien era su tutora, manifestaba que se sentía mal. Los días siguientes fue atendido en una clínica de la región, conocida como el Valle del Mezquital, pero por las condiciones en las que se encontraba, sugirieron el traslado a un hospital más especializado. El jueves 21 falleció en Pachuca con el dictamen referido, entregado a la familia.
El secretario de Educación Pública del estado, Natividad Castrejón Valdez, declaró en entrevista con medios de comunicación que no fue un deceso ocasionado por violencia escolar, sino por falta de atención médica inmediata.
“No es un caso de bullying, es un caso trágico porque implicó la muerte de un menor, pero fue una circunstancia totalmente externa a las cuestiones escolares.
“Tengo entendido que era un niño huérfano que vivía con su abuelita. Su abuelita fue a reportar que se sentía mal y no podía asistir (a clases) (…) finalmente el último día se sintió muy mal, lo llevaron al hospital y por desgracia falleció. Fue un choque séptico. El niño murió de una infección generalizada y todo indica que fue producto de un problema pulmonar, pero no hubo un solo reporte de bullying (…) es trágico, es la muerte de un niño menor, de 11 años, y bueno, son las tragedias de la pobreza, porque la familia no llegó al médico; seguramente el niño estuvo sufriendo varios días de dolor y todo, pero lo atendieron ya muy tarde”, señaló.
La familia del infante consideró insensibles y revictimizantes las declaraciones del funcionario, porque, mencionó Ramón Granados Torres, tío de la víctima, fue el personal del Hospital del Niño DIF el que les solicitó que dieran parte al ministerio público para el inicio de una carpeta de investigación por las lesiones que presentaba el menor.
Además, reclamó que el secretario hizo comentarios prejuiciosos sobre su condición social, con los cuales carga responsabilidad a la familia por los hechos y la resta a un posible agresor, así como a probables omisiones de las autoridades educativas para atender un caso de hostigamiento y lesiones en el plantel escolar.
“Dan tristeza los comentarios de una persona profesionista que dice que el niño no fue atendido adecuadamente por la pobreza en la que vive. Desgraciadamente no sabe y ni tiene la idea de cómo en un pueblo se vive y cómo se echa la mano aquí en la comunidad a las familias. Es cierto, somos de bajos recursos económicos, pero entristece escuchar este tipo de comentarios (…) ellos, por profesionalismo, no se deberían referir de esta forma”, mencionó Granados Torres en entrevista con Proceso, al citar que existe una indagatoria en curso que incluye el dictamen médico con la causa del deceso de su sobrino, más las primeras declaraciones recabadas en el entorno familiar, porque, además de él, también otro de sus tíos, aunque laboraba todo el día y destinaba menos tiempo, estaba al tanto del infante y participaba de su manutención.
Además de tristeza, manifestó coraje porque, aseguró, el secretario “ni siquiera tuvo la amabilidad de recibirnos”, cuando acudieron a sus oficinas para informarle sobre los hechos y que había una investigación de por medio en la Procuraduría. Al no tener el testimonio directo de la familia, y dado que sus dichos, remarcó, se contradicen con el dictamen médico, dijo desconocer cuál puede ser la fuente de información de Castrejón Valdez, pero le recriminó emitir un juicio sobre la pobreza y descartar el bullying mientras la indagatoria está en curso.
“No creo que la institución médica donde fue atendido, ellos se presten para esta situación (negar la existencia de heridas causadas por lesiones, como, insiste, establece el propio dictamen). En el Hospital del Niño DIF se hizo un estudio más a fondo para saber realmente cuál era el caso, qué lesiones presentaba. Lo que arrojó fue traumatismo de tórax, lesiones en los riñones y múltiples lesiones en todo el cuerpo hechas por terceras personas. Esta información no la sabe él”, afirmó el tío de la víctima, ya que creyó que si la conociera no haría este tipo de declaraciones.
La familia pidió a las autoridades, tanto educativas como ministeriales, esclarecer el caso y, de acreditarse la violencia escolar, dar garantías de que situaciones graves como ésta no se repitan.
Ante el ministerio público, el tío del menor fallecido declaró que el niño le expresó que había sido golpeado por uno de sus compañeros, de su misma edad y grupo –las identidades se reservan al tratarse de menores y por la investigación en curso, acotó–, y que se negaba a hablar porque, si lo hacía, los golpes se repetirían.
“Al niño es lo que le alcanzamos a preguntar y es lo que alcanzó a decirnos, porque el niño realmente vivía con temor, vivía con miedo, él no podía decir nada, pero afortunadamente (al final) nos dijo el nombre del niño que lo agredía. No eran varios niños, era uno nada más.
“Le preguntamos ‘por qué no hablaba’, ‘por qué no decía’, y respondió que, si decía, le iba a volver a pegar. Nosotros dejamos que las autoridades hagan su trabajo, pero nosotros como familiares y padres de familia, lo vemos como un caso de bullying”, añadió.
Este martes, familiares del menor, vecinos y padres de familia cerraron la primaria en la comunidad San Juan Tepa para exigir a las autoridades su intervención. Asimismo, no hubo afluencia de alumnos, salvo infantes que se presentaron con pancartas para exigir justicia. Madres de familia señalaron que tienen inseguridad de llevar a sus hijos por la incertidumbre generada por este deceso.