Zacatecas
Desplazados de Jerez claman por ayuda para volver a sus casas; el Ejército vigila la zona
Una veintena de familias, resguardadas por policías estatales y militares, retornaron este lunes 6 a la comunidad para recoger algunas de sus pertenencias, pues muchos de ellos --dijeron-- se salieron solo con lo que traían puesto.ZACATECAS, Zac. (apro).- Soldados del Ejército mexicano vigilan permanentemente la comunidad serrana Ermita de los Correa, la segunda más grande del municipio de Jerez, en donde 350 familias abandonaron este pasado fin de semana sus hogares por la violencia desatada por el crimen organizado.
Una veintena de familias, resguardadas por policías estatales y militares, retornaron este lunes 6 a la comunidad para recoger algunas de sus pertenencias, como documentos, ropa, electrodomésticos, tractores y hasta ganado, pues el día que abandonaron sus hogares, relatan, “muchos nos fuimos nomás con lo que traíamos puesto”.
Proceso acompañó a los hombres y mujeres que temerosos regresaron la comunidad, donde pistoleros de los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa se han enfrentado a balazos en varias calles, han baleado domicilios y tiendas de abarrotes, perpetrado asesinatos, violado mujeres, quemado vehículos y “levantado” a hombres y mujeres.
Con ojos llorosos y voz entrecortada, los lugareños, en su mayoría adultos mayores, dieron testimonio de las agresiones vividas ante el alcalde panista, Antonio Aceves Sánchez, con quien se reunieron en el salón de cabildos de la presidencia municipal de este pueblo mágico.
Al ser encarado por los desplazados, el presidente municipal, quien el domingo negó y minimizó el desplazamiento forzado de familias, admitió que por la violencia en los últimos seis meses han salido huyendo los habitantes de 13 comunidades en la sierra del municipio: Guadalupe Victoria, Sarabia, Villa Hermosa, Cieneguita de Fernández, Sauz de los García, Juana González, Briseño, Miguel Hidalgo, Ermita de los Murillo, Ermita del Medio y Ermita de los Correa.
Los desplazados pidieron al alcalde que intervenga ante el gobierno federal y estatal para que les puedan garantizar seguridad para regresar a sus hogares, a trabajar sus parcelas y atender sus ganados, pues, dijeron, “no podemos estar viviendo de despensas, ni de arrimados” en casas de familiares.
En la comunidad Ermita de los Correa muchos animales están encerrados en los corrales sin forraje; chivas, cerdos y vacas deambulan por las calles en busca de alimento mientras las tierras de cultivo están abandonadas.
Después de recoger algunas de sus pertenencias, los pobladores regresaron escoltados por policías estatales a la cabecera municipal en donde las familias desplazadas se hospedadan en una docena viviendas habilitadas como albergues, otras en hoteles y con familiares.
Un grupo de ciudadanos organizó, mediante redes sociales, una colecta de ropa, despensas, medicamentos y colchonetas para apoyar a los afectados, que hacen filas en una vivienda donde les entregan los apoyos.
Militares se instalan en comunidades abandonadas
Un destacamento del 53 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano se instaló, de forma permanente, a partir de este lunes en la comunidad Ermita de los Correa para vigilar y garantizar la seguridad a las comunidades de la sierra.
Esta medida fue anunciada por el comandante de la Undécima Zona Militar, el general Fernando Gómez, quien junto con el secretario de Seguridad Pública, Arturo López Bazán y el Fiscal General de Justicia del Estado, Francisco Murillo Ruiseco, se reunió con un grupo de desplazados
En este encuentro, dio a conocer el gobierno estatal en un comunicado, el secretario de Seguridad Pública les dijo a los afectados que se reforzará el despliegue de la Policía Estatal que se encuentra en Jerez, a fin de que realicen recorridos itinerantes en las comunidades.
“El Fiscal General de Justicia, Francisco Murillo, habló de la importancia de escuchar a los pobladores, pero sobre todo de documentar las circunstancias que se están viviendo, ya que si no se tiene información, es muy difícil que se pueda actuar”.
Los habitantes desplazados de las comunidades reprocharon que “el gobierno sabe de todo lo que pasa”, que ellos no denuncian por miedo, y que si las autoridades no pueden, “nos presten las armas para defendernos”.