PUEBLA, Pue. (apro).- El Consejo Universitario (CU) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) avaló por unanimidad el proceso de elección en el que resultó triunfadora Lilia Cedillo Ramírez, quien se convertirá en la primera mujer en ocupar la rectoría de esa institución.

En sesión extraordinaria, el CU calificó el triunfo de Cedillo como "legal y legítimo", luego de que obtuvo 81.68% de los 88 mil 374 votos emitidos, muy por encima de su más cercana competidora, Guadalupe Grajales y Porras, quien logró 9.86%, y de Ricardo Paredes Solorio, el cual alcanzó apenas 2.06% de la votación.

Cedillo Ramírez tomará posesión el próximo 4 de octubre, mismo día en que el actual rector, Alfonso Esparza Ortiz, rendirá su último informe.

De acuerdo con el secretario general José Carlos Bernal, Lilia Cedillo, quien era directora del Centro de Detección Biomolecular, tuvo el apoyo de 213 de los 218 votos sectoriales de la BUAP.

El rector Alfonso Esparza Ortiz destacó que por primera vez en su historia, la Universidad Autónoma de Puebla tendrá una rectora mujer, e informó que en el proceso se presentaron cinco juicios de amparo en contra del Consejo Universitario, la Comisión Electoral, la Comisión de Auscultación y la convocatoria, pero todos fueron desechados por el Poder Judicial.

El gobernador Miguel Barbosa Huerta también se congratuló del triunfo de Cedillo y auguró que la Universidad tendrá “un nuevo estilo en el ejercicio de la rectoría”. Lo anterior, debido a que desde el arranque de su gobierno el mandatario tuvo un abierto enfrentamiento con Esparza Ortiz.

El proceso interno de la BUAP fue impugnado por la contendiente Guadalupe Grajales, exsecretaria general de la institución, y por Francisco Vélez Pliego, exdirector del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, quien desistió de registrarse como candidato.

Ambos advirtieron que había una clara candidatura oficial a favor de Cedillo, y tuvo como primer paso impedir la renovación del Consejo Universitario que –subrayaron-- concluyó su período en marzo pasado. También reclamaron que se decidiera que la votación de los universitarios fuera electrónica y denunciaron que “no hubo piso parejo” para hacer campaña.