MEXICALI, BC. (apro). Jaime Bonilla Valdez, gobernador del estado, comprometió por los próximos 30 años el cobro del agua que harán los ayuntamientos de Tijuana, Ensenada y Tecate a los usuarios, al tener que pagar la energía que cuesta llevar el agua de Mexicali a la zona costa.             

Llevar agua a Tecate, Tijuana, Ensenada y Rosarito (zona costa), le cuesta al estado entre mil y mil 200 millones de pesos al año, ahora con el traslado de los organismos operadores de agua corresponderá a dichos ayuntamientos pagar la luz que se comprará a una empresa privada Mexicali.

El sector empresarial, al igual que la mayoría de los regidores de los ayuntamientos de Mexicali, Tijuana, Ensenada y Tecate, se han manifestado en contra del decreto que permite la “municipalización” del agua, esto es, el traslado del órgano operador del agua del estado a los ayuntamientos.

El empresariado, al analizar las consecuencias de dicha reforma de Jaime Bonilla, aprobada en el congreso local, ya publicada e impuesta por los presidentes municipales de Ensenada y Tijuana, mediante operaciones jurídicas irregulares o sesiones de cabildo ilegales, se dio cuenta que uno de los efectos será trasladar el cobro de la energía eléctrica por el traslado de agua de Mexicali a la costa.

Detectaron que en la reforma del 27 de noviembre del 2020 que envió el gobernador al congreso local y que tiene que ver con la construcción de una planta fotovoltaica por parte de una empresa privada basada en Monterrey, Nuevo León, se estableció una adición en donde se obliga a la Comisión Estatal se de Agua, pagar el agua.

En segundo párrafo del artículo segundo se establece que se dejará como garantía el cobro del agua que realicen las comisiones de agua de Tijuana, Ensenada y Tecate.

En lo avalado por los diputados locales a fines de noviembre del año pasado, no se establece cuánto se pagaría de luz por parte de los organismos del agua de Tijuana, Tecate y Ensenada, sin embargo, la misma reforma establece en su punto 5 del artículo cuarto, que el gobierno se compromete por el contrato plurianual de compra de energía, a pagar “hasta mil 656 millones 540 mil 173 millones de pesos cada año”, lo cual incluye el IVA y un incremento inflacionario de hasta 3.5%.

La estratosférica cifra incluye el abastecimiento de energía para el gobierno del estado, no solo para el bombeo de agua de Mexicali a la costa.

El 14 de octubre de 2020, cuando se dio a conocer el ganador de la licitación para construir la planta fotovoltaica (la más grande de latino américa), el secretario de Hacienda en el estado, destacó que el proyecto de la planta “no implica ninguna deuda para la administración estatal y que el único compromiso del estado será comprar la energía.

Y efectivamente, la planta se construye (se puso la primera piedra, pero no ha avanzado la edificación), con capital privado, pero el pago de la luz ya no lo hará el estado, sino que con la “municipalización” del servicio de agua potable que aprobó el congreso local el pasado 28 de julio, serán los ayuntamientos los que realicen dicho pago.

Esto es, que no solo se quedarán con la deuda que pudieran tener los organismos operadores de Ensenada, Tijuana y Tecate, además, tendrán que pagar la luz que se use para bombear el agua del acueducto RíoColorado-Tijuana, a sus municipios.

Este descubrimiento y el desconocimiento de la situación financiera de los organismos oradores del agua, son los contras que los regidores de cuatro de cinco ayuntamientos advirtieron y por lo cual se oponen a la entrega del manejo del agua por el momento, incluso interpusieron controversias constitucionales para echar abajo dicha reforma.