TIJUANA, BC (apro).- Luego de permanecer cerrada un año y siete meses, la frontera entre Estados Unidos y México fue reabierta la mañana de este lunes, manteniendo una afluencia regular y con esperas de hasta tres horas, tomando en cuenta que la entidad tiene el mayor número de cruces (40%).

Francisco Garduño Yáñez, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), coordinó la reapertura de la frontera en la zona que colinda con la ciudad estadunidense de San Isidro. Del otro lado, el alcalde del condado de San Diego, Todd Gloria; la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, y la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, abrieron el paso sin dejar de repetir: “it’s a greate day”.

Caballero destacó que, gracias a las acciones de los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, respectivamente, “se logró la reapertura”.

En tanto, el comisionado del INM lo calificó como “un acto de buena vecindad en beneficio de ambos países”, y recordó que durante la Revolución Mexicana nunca se cerró la frontera.

La movilidad en los 3 mil 200 kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y México es de 188 millones de cruces por año. De ahí que los efectos negativos durante 19 meses, debido a la pandemia de covid-19, afectara de manera considerable en términos económicos, turísticos y sociales.

Baja California representa el 40% del total del flujo, esto es, 77 millones de cruces por año, destacó Garduño Yáñez. La gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda detalló que en 2019 ese flujo cayó hasta 114.2 millones, en 2020 llegó a 77.2 millones, y en lo que va de 2021 los cruces sumaron 34.06 millones.

Tijuana, la más concurrida

Baja California cuenta con el mayor paso hacia Estados Unidos, pero la ciudad de Tijuana, en la garita de San Isidro, es la más concurrida del mundo, con 37 millones por año, seguida de Mexicali, con 19 millones. La Mesa de Otay, otra zona de Tijuana, tiene un cruce de 15 millones; la ciudad de Tecate, 3 millones; Algodones, 2 millones, y el puente binacional del aeropuerto de Tijuana, 1.6 millones.

La segunda entidad con mayor paso en términos porcentuales por año es Chihuahua (22%), seguida de Tamaulipas (16%), Sonora (12%), Coahuila (5%) y Nuevo León, con 2% del total de cruces.

Por día, a lo largo de los 3 mil 200 kilómetros el cruce alcanza medio millón.

Mallas en El chaparral

En la zona conocida como “El chaparral” y donde se concentran desde principios de año migrantes de varios países, principalmente centroamericanos, las autoridades locales colocaron mallas a su alrededor para poder censarlos. Es el único paso que sigue cerrado y la gente que desea cruzar a pie lo hace desde la zona oriente.

De acuerdo con el comisionado Francisco Garduño, el 50% de la población es mexicana y el resto de diferentes nacionalidades. A todos se les ofreció trasladarlos al llamado “centro integrador Aquiles Serdán”, ubicado cerca de la colonia Matamoros, “pero se niegan; respetamos ese derecho y esperemos que pronto tengan respuesta de Estados Unidos”.

Gran parte de los migrantes que se ubican en dicha zona ya tenían cita en la corte de Estados Unidos para analizar sus peticiones de asilo, pero debido a la pandemia quedaron varados, dado que las oficinas cerraron y Estados Unidos los envió a México para que esperaran su proceso legal.

“Esperemos que se encuentre una solución para El chaparral; ellos se niegan a desprenderse de este sitio porque creen que estando aquí se les va a dar solución. El chaparral fue creciendo y ahora se les enmalló para tener un padrón”, comentó el comisionado del INM.