Michoacán

Con protesta y quema de camiones despiden a los 11 asesinados en Tangamandapio

Con los reclamos de justicia y la quema de camiones, habitantes de Tarecuato, en el municipio de Tangamandapio, despidieron a las 11 personas asesinadas por el crimen organizado la noche del martes.
jueves, 4 de noviembre de 2021 · 16:55

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Con los gritos de “¡Ya basta!, ¡queremos justicia!” y la quema de camiones la comunidad de Tarecuato, municipio de Tangamandapio, Michoacán, fueron despedidos las 11 personas asesinadas por el crimen organizado, entre ellos seis menores, la noche del pasado martes.

El cortejo fúnebre demandó justicia durante el recorrido de poco más de media hora, en el cual los habitantes y familiares narraron las ejecuciones de los jornaleros de Tarecuato.

Un policía communal dijo a Animal Político que las víctimas salieron de Tarecuato alrededor de las 5 de la tarde para buscar la miel en el predio Los Lavaderos.

Querían seguir con la tradición de más de 500 años de esa comunidad indígena purépecha, de colocar panales de abeja y una güilota (paloma) para recordar a quienes fallecieron durante el año.

Alrededor de las 8 de la noche, recibieron un reporte sobre los cuerpos tirados sobre un camino de terracería que une a los pueblos purépechas de Tarecuato y Los Úcares. Fueron golpeados, torturados y asesinados a balazos y les dieron el tiro de gracia.

"Era mi hijo, son muchachillos de 17, 16, y 13 años. El forense nos comunica que primero los golpearon, les destrozaron la cara a todos y después le dieron el tiro. A todos les destrozaron la cara, no podían ni reconocerlos los de la Fiscalía”, dijo el padre de un joven de 17 años y estudiante del Colegio de Bachilleres.

“Su vicio era el basquetbol, un muchacho grandote, alto. Decía yo voy a ser de grande un ingeniero agrónomo. Se le acabó el futuro y ahorita lo están velando y estamos con este resentimiento, la pérdida de él, bueno de todos pues, de todos los muchachos”, externo el papá del joven asesinado.

Otro familiar denuncia que ahora no pueden regresar a trabajar en las huertas de aguacates por miedo a los sicarios.

Juan, de 34 años, era jefe de cuadrillas de cortadores de aguacate de la región. No tenía vicios. No bebía ni fumaba, practicaba el fútbol, nivel aficionado, como la mayoría de las víctimas.

Su sueño era casarse, ser padre y formar una familia, contó su primo José Luis. “Se le quedó a la mitad todo eso y ahí se quedó su sueño, sepultado por la bala que le perforó el cráneo. Traía golpes en los dientes, quebraduras de huesos y el tiro de gracia”, contó.

Las 11 víctimas eran en su mayoría jóvenes: 6 de ellas de entre 15 y 17 años, un joven de 19 años y 4 hombres de entre 30 y 40 años, iban de paso por el camino donde fueron asesinados.

“No parece haber sido un tema de un enfrentamiento, sí un tema de una agresión de sujetos que estaban en una condición de ventaja por el tipo de armas y el grado de vulnerabilidad de las víctimas”, declaro Adrián López Solís, fiscal general del Estado de Michoacán.

En medio de una guerra

Para el Consejo Comunal de Tarecuato, el problema es grave porque su comunidad está en la franja donde el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Viagras se disputan el territorio.

Recordaron que, a principios de 2021 fue asesinado el tesorero de bienes comunales, Juan Govea Solares, y otro concejal, y hubo otro ataque armado hace unos meses en la Jefatura de la Tenencia, donde la gente armada disparó contra patrullas, comercios y viviendas.

“Esta comunidad ha sido acechada por los criminales, porque se quieren apoderar de esta tierra donde hay gente buena”, apuntó.

Se quejó de que a pesar de su situación ningún gobierno federal, estatal o municipal han hecho algo por ellos.

“Les hemos mandado solicitudes para reforzar la seguridad y seguimos abandonados, por lo que solo pedimos paz y que esta tenencia vuelva a ser libre de violencia”, indicó.

La tenencia de Tarecuato se ubica a 135 kilómetros de Morelia, la capital de Michoacán. Esta conformada por siete barrios y solo tiene 18 policías comunales. No son autodefensas, aclaró.

Hasta el momento ninguna corporación de seguridad federal, estatal o municipal se ha desplegado a esta comunidad indígena.

Los velorios

Familiares y amigos velaron a las víctimas en sus casas y llevaron sus féretros al atrio de la iglesia de San Francisco, donde se ofició una misa.

En señal de protesta, los habitantes prendieron fuego a dos camionetas y bloquearon todos los accesos.

“Nada será igual para nosotros. Nos arrancaron parte de esta comunidad indígena, al asesinar a 11 de nosotros, a 11 personas inocentes que solo querían cumplir con la tradición cultural y regresaron a sus casas muertos, asesinados como animales”, expresó un poblador al pie de las tumbas.

El multihomicidio

El multihomicidio habría ocurrido alrededor de las 22:30 horas del lunes, informó la Fiscalía en un comunicado. Señaló que personal de la Unidad Especializada en Servicios Periciales y Escena del Crimen acudió al lugar donde se hallaron los cuerpos baleados.

A unos cuántos metros de la masacre quedaron abandonadas tres motocicletas y una camioneta sin placas de circulación que fueron puestas a disposición del Ministerio Público, indicó.

Este 2 de noviembre, el secretario de Seguridad Pública, el general José Alfredo Ortega Reyes, envió un mensaje de 1:20 minutos sobre los hechos ocurridos en Tangamandapio.

“Ante los hechos, hemos reforzado las actividades de patrullaje, siempre en un contexto interinstitucional con fuerzas militares, de la Guardia Nacional y nosotros para inhibir las actividades delictivas en esta región”, señaló. Los habitantes dijeron lo contrario.

Un día después, la Fiscalía General del Estado de Michoacán (FGEM) identificó a 6 adolescentes y 5 adultos. Informó que los cuerpos ya fueron reclamados, mientras la Fiscalía Regional de Zamora continuaba realizando acciones de inteligencia, periciales, en sus diversas disciplinas y trabajo de campo.

De los seis menores, cuyos nombres no fueron proporcionados para resguardar su integridad, cinco tenían 17 años y uno 15 años.

Los adultos fueron reconocidos como Rodrigo “G” y Juan Fernando “C”, de 36 y 31 años, respectivamente, así como Carlos Rodrigo “C”, Víctor Salvador “M” y Juan Carlos “H”, de 19 años.

En un comunicado, la Fiscalía señaló que seguirá con la investigación que permita esclarecer el multihomicidio.

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