PUEBLA, Pue. (apro).- La alianza “Va por México”, conformada por los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), amenaza con desmoronarse en la entidad, luego de que este viernes cada uno de esas fuerzas políticas se pronunció por candidatos distintos para la alcaldía de esta capital.

Aunque desde diciembre los dirigentes estatales de los tres partidos establecieron una mesa de negociaciones, hoy se evidenció que no han podido llegar a un acuerdo sobre la candidatura.

El Consejo Nacional del PRD emitió un comunicado en el que reveló que el panista Eduardo Rivera Pérez enfrenta una lucha interna al interior de su partido, que no le brinda certeza de obtener la nominación por la alcaldía, por lo que le ofreció postularlo por su cuenta.

“Ante esta incertidumbre que Lalo Rivera atraviesa al interior de su partido (el PAN), en el PRD le refrendamos que le abrimos las puertas para abanderar la alcaldía por Puebla, reconociendo su gran trayectoria política y como extraordinario ser humano.

“Estamos seguros que con él a la cabeza construiríamos un gran frente, pues estamos convencidos de su capacidad para gobernar, y tenemos certeza que, con él, el municipio de Puebla recobraría su grandeza”, se lee en el texto firmado por la exdiputada federal Roxana Luna Porquillo.

Aunque Rivera Pérez se coloca en la mayoría de las encuestas como el puntero en las preferencias de los votantes, entre los panistas han prevalecido versiones sobre su supuesta cercanía con el gobernador Miguel Barbosa Huerta, al grado de que ha sido calificado como el “plan B” del mandatario, quien no tiene la certeza de incidir en la postulación de Morena por la alcaldía poblana.

En julio del año pasado, el diputado local José Juan Espinosa aseguró en una columna que, en los comicios de 2018, en la que él fue operador político de la campaña de Barbosa, pudo constatar que el ahora gobernador hizo una alianza política con el panista Rivera Pérez, quien no fue respaldado en ese entonces por el exgobernador Rafael Moreno Valle.

Además, la cuñada de Rivera Pérez, Denisse Ortiz Pérez, ocupa desde el inicio de la administración barbosista la Dirección de Asistencia Social y de la Salud en el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), con lo que es una cercana colaboradora de Rosario Orozco Caballero, esposa del gobernador.

Con esta sospecha, un grupo de panistas ha hecho alianza contra la postulación de Pérez Rivera, pues cuestionan que el exalcalde panista no emite crítica alguna contra el gobierno de Barbosa, ni el mandatario lanza ataque alguno en contra de aquel.

De acuerdo con versiones al interior del PAN, la dirigente estatal Genoveva Huerta busca evitar la postulación de Rivera Pérez, quien ya fue alcalde de Puebla de 2011 a 2013, y pretende impulsar a otros panistas, entre ellos Francisco Fraile, actual secretario del comité directivo estatal del partido.

Priista levanta la mano

Igual, este viernes el empresario priista José Chedraui Budid publicó un video en el que reconoce estar interesado en participar en la contienda electoral de este año por la alcaldía capitalina.

“Por supuesto que sí, sería un gran honor para mí poder participar por la presidencia municipal de Puebla. De la única manera que lo podemos lograr es trabajando de la mano con los ciudadanos, trabajando en unión, trabajando en conjunto, sólo así podríamos sacar adelante el tema”, expresó.

Chedraui es el propietario de la casa desde la cual despegó el helicóptero Agusta en el que fallecieron la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo y el senador Rafael Moreno Valle el 24 de diciembre de 2018.

Aunque en el parte oficial de vuelo se establecía que la aeronave partiría del helipuerto del centro comercial “Las Ánimas”, después se confirmó que salió de la casa de Chedraui y minutos después se desplomó en terrenos de cultivo del municipio de Coronango.

Chedraui también forma parte del consejo de empresarios de Puebla, asesores del presidente Andrés Manuel López Obrador.