CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La pandilla de Los Peques, brazo armado de los hermanos Casarrubias Salgado, anunció que junto con el grupo delictivo Los Tlacos irán por el control de la plaza de Iguala y desplazarán al último reducto de Guerreros Unidos.
La alianza entre ambos grupos delictivos se hizo pública este día, a través de narco mensajes y asesinatos, luego de que el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, dio a conocer que solicitaron orden de aprehensión contra 46 servidores públicos de varios municipios de Guerrero, a quienes se vincula con el caso Ayotzinapa.
Además, a mediados de junio pasado la comisión del gobierno federal que investiga la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa realizó una diligencia en la zona minera de Carrizalillo, lugar actualmente controlado por Los Tlacos.
Según reportes oficiales, en la mina canadiense localizada en ese sitio se refugiaron Los Peques en septiembre de 2014, cuando huyeron de Iguala, y también habrían trasladado a los estudiantes.
Las autoridades dieron a conocer esta mañana el hallazgo de un agente de Tránsito municipal ejecutado en las inmediaciones de Iguala, y a un costado del cadáver se localizó una cartulina con un mensaje firmado por Los Peques y Los Tlacos, anunciando una confrontación con el grupo de Guerreros Unidos por el control de la plaza de Iguala.
La víctima fue identificada como Marco Antonio Reyes Ruiz, quien ayer fue privado de su libertad junto con otro elemento policiaco, cuando ambos circulaban en una patrulla oficial.
Previamente se dio a conocer el hallazgo del cuerpo de una jovencita asesinada a balazos, en el tramo carretero Iguala-Cocula, también con un mensaje firmado por Los Tilos y Los Peques.
La historia de Los Peques
En octubre de 2014, la agencia de Proceso publicó un texto titulado: “Los Peques se refugiaron en Carrizalillo tras agresión a normalistas de Ayotzinapa”, donde se informó que esa familia de gatilleros originarios del municipio de Arcelia, en la región de Tierra Caliente, afincados en Iguala, eran el brazo armado de los hermanos fundadores de Guerreros Unidos, actualmente detenidos: Mario, José Ángel, Adrián y Sidronio Casarrubias Salgado.
Las autoridades federales ubican a Los Peques como una pandilla al servicio del grupo delictivo Guerreros Unidos, que mantiene el control del narcomenudeo en la zona de Iguala, donde policías municipales y sicarios atacaron y se llevaron a 43 normalistas de Ayotzinapa la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
De acuerdo con informes oficiales consultados por Proceso, este grupo de sicarios salió de Iguala, con el respaldo de autoridades de los tres niveles y del Ejército, y se refugió en la comunidad de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri.
Los hermanos Víctor ‘El Oso’, Mateo ‘El Gordo’ y Salvador ‘El Chava’ Benítez Palacios, propietarios del autolavado Los Peques, ubicado sobre la calle Juan N. Álvarez, participaron junto policías municipales en el ataque y detención de los normalistas, según los informes.
Posterior a la tragedia de Iguala, en junio de 2016 fue capturado el jefe del clan de Los Peques, Víctor Hugo Benítez Palacios; un año antes, su primo Alejandro Palacios fue detenido en la Ciudad de México y provocó una división en el grupo delictivo Guerreros Unidos, que se mantiene a la fecha.
El 31 de octubre de 2015, vecinos de la comunidad de Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri, aseguraron a medios locales que tenían indicios de que los normalistas habrían sido trasladados a ese lugar, luego de la cacería desatada en Iguala en septiembre del año anterior.
Revelaron que, en las primeras horas del 27, al menos una treintena de hombres armados procedentes de Iguala arribaron a Carrizalillo a bordo de varias camionetas.
Los sujetos –recalcaron entonces-- son miembros de la banda Los Peques, señalada como brazo armado de Guerreros Unidos, y habrían sido protegidos por la familia Peña Celso, que se refugió en Iguala después de que varios de sus integrantes fueron asesinados.
De acuerdo con los denunciantes, en esa ocasión llegaron al lugar varias retroexcavadoras, y una gran cantidad de arena destinada para una obra pública “simplemente desapareció”.
Las declaraciones se dieron a conocer luego de que pobladores de Carrizalillo retuvieron a nueve agentes federales y un civil identificado como Modesto Onofre Peña Celso, presunto miembro del grupo delictivo Guerreros Unidos, quienes pretendían llevarse al comisario ejidal Ricardo López.
Ahora, seis años después de que Proceso documentó la historia de Los Peques y su presunta relación con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el grupo armado reaparece para disputar la plaza de Iguala a sus excompañeros de Guerreros Unidos.