ENSENADA, B.C. (proceso.com.mx).- Una accidentada jornada para elección de consejeros estatales vivió el partido Morena en Baja California.
En Mexicali, tras jaloneos, empujones y golpes entre algunos de los militantes, las tres asambleas en disputa se suspendieron por falta de seguridad; mientras que en Tijuana y Ensenada también se registraron enfrentamientos entre los morenistas en medio de acusaciones de “paleros”, “traidores” e “impugnación”.
Los hechos ocurrieron escasas horas antes de que el presidente Andrés Manuel López Obrador arribara a Tijuana para trasladarse al valle agrícola de San Quintín, en donde encabezó una reunión con la comunidad médica de la región, además de estudiar la posibilidad de construir para el IMSS, un hospital de especialidades para los 120 mil habitantes de la región.
En Mexicali, los enviados del Comité Nacional de Morena a los distritos 01, 02 y 07, determinaron cancelar las asambleas luego de que simpatizantes de la presidenta municipal morenista Marina del Pilar Ávila, y del sindicato municipal de burócratas no lograron entrar a las asambleas.
Los afectados acusaron a los organizadores de los actos violentos porque les impidieron a la fuerza entrar a votar, aun cuando presentaron los documentos que los acreditaban como miembros de Morena y la certificación de registro digital expedida de forma electrónica.
Sin embargo, los que impidieron el paso a sus compañeros de partido manifestaron que se trataba de registros falsos.
En las tres asambleas hubo enfrentamientos a golpes entre los agremiados al mismo instituto político y por ello, los enviados de la Comisión de Elecciones de Morena decidieron, entre las 11 y las 12 horas, suspender las asambleas hasta nuevo aviso.
Igualmente levantaron reportes de los incidentes violentos y las impugnaciones que presentaron, por docenas, los participantes de ambos bandos en disputa.
En Tijuana también se dieron incidentes violentos en los distritos 04, 05, 06 y 08, pero las asambleas se dieron con un retraso entre 1 y 2 horas.
Ahí, los resultados preliminares arrojaron que uno de los consejeros electos es Alfonso Rafael Leyva Pérez, excoordinador de campaña del hoy gobernador electo Jaime Bonilla Valdez, sobrino del exgobernador priista, Xicoténcatl Leyva Mortera y candidato a la presidencia estatal de Morena.
Mientras que en Ensenada, la asamblea del Distrito 03 se realizó con dos horas y media de retraso luego de que los morenistas se enfrentaron por presuntas anomalías en el registro de votantes que dejaron fuera del salón Mutualista, donde se desarrollaba la sesión, a decenas de hombres y mujeres.
A lo largo de la mañana, se registraron distintos enfrentamientos a golpes, empujones y jalones de cabello entre los morenistas que deseaban entrar, con sus cédulas de registro impresas en papel, y los que evitaban que los presuntos “paleros” entraran al recinto.
Los que se quedaron fuera, acusaron al consejero estatal y exregidor Teodoro Araiza, a la diputada estatal Miriam Cano, al regidor Adolfo Muñoz y a la compañera de Araiza, Mónica Primero, de encabezar las agresiones en su contra “para quedarse con el partido”.
Araiza refirió que se les prohibió la entrada al salón porque, aparentemente, no estaban en el padrón de miembros, no tenían credencial de Morena y su registro al partido era posterior a noviembre de 2017.
Rigoberto López, quien dijo ser militante de Morena desde 2017, señaló que el trato que recibió de sus compañeros de partido fue indignante.
“Los acompañamos en campaña, específicamente a Adolfo Muñoz, y ahora me empujaron y jalonearon para sacarme cuando yo entre (al salón Mutualista) de manera pacífica. Tengo mi código QR como registrado y debí votar, pero no me dieron el acceso. Todo esto lo operaron el regidor (Muñoz) y Teo Araiza. Se reía de mí cuando vieron que me trataban como un animal”, dijo al periodista Jorge Díaz.
Díaz y el reportero Daniel León, que cubrían los hechos para medios digitales, fueron sacados de la asamblea cuando morenistas observaron que estaban transmitiendo en vivo los incidentes afuera y adentro del recinto. De hecho, una mujer trató de quitar por la fuerza el teléfono celular a Jorge Díaz cuando éste transmitía un video en redes sociales.
Finalmente, más de 25 personas que no lograron entrar a la asamblea coreaban “¡queremos votar!”, tras señalar a gritos que impugnarían la asamblea ante distintas anomalías durante la jornada.