La Segob refuerza ayuda humanitaria para familias desplazadas que retornaron a Chalchihuitán
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Segob), René Juárez Cisneros, sostuvo una reunión de trabajo con el alcalde de Chalchihuitán, Chiapas, Martín Gómez Pérez, autoridades comunitarias del municipio y funcionarios federales, para atender el tema agrario que derivó en un conflicto entre los pobladores de esa localidad y de Chenalhó.
En un comunicado, el funcionario federal precisó que por indicaciones del titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, escuchó los distintos planteamientos expuestos por la autoridad municipal y las autoridades comunitarias, y se establecieron diversos acuerdos.
Entre ellos, continuar y reforzar la ayuda humanitaria a favor de las familias desplazadas que ayer regresaron de las montañas y que ya se encuentran en sus hogares, y mantener una estrecha seguridad pública con la participación de los gobiernos federal y estatal.
De acuerdo con el comunicado, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) analizará las inquietudes planteadas para definir alternativas de solución.
Acompañado de Enrique González Tiburcio, subsecretario de Ordenamiento Territorial de la Sedatu, Juárez Cisneros hizo un exhorto para que las partes en conflicto, en un clima de respeto, construyan una solución duradera que garantice la paz en la región.
De igual manera, recomendó dar seguimiento puntual a las mesas de trabajo que se establecieron desde el pasado 21 de diciembre, a través de las cuales se atiende la problemática integral de esa zona del estado de Chiapas.
A la reunión también asistieron Nicodemo Aguilar Sánchez, vocero de los bienes comunales; Jaime Martínez Veloz, comisionado para el Diálogo de los Pueblos Indígenas de México, y Miguel Álvarez Gándara, representante de Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz).
Con el riesgo que supone la presencia de grupos que no han sido desarmados, aproximadamente cuatro mil indígenas desplazados de Chalchihuitán retornaron el martes 2 a sus comunidades de origen.
Hombres, mujeres, ancianos e infantes echaron en bolsas sus pocas pertenencias, y con los plásticos que utilizaron para guarecerse todo este tiempo cubrieron sus cuerpos para iniciar la larga caminata en medio de la niebla, el frío y la lluvia.
Según el conteo de los párrocos de Simojovel y Chalchihuitán, Marcelo Pérez Pérez y Sebastian López López, respectivamente, 3 mil 858 personas abandonaron los campamentos y chozas improvisadas para retornar a sus casas.
Pérez Pérez dijo que se trata de un retorno parcial porque mil 165 personas se rehusaron a dejar los albergues por temor a ser agredidos por los miembros del grupo armado de Chenalhó.
De acuerdo con el párroco, los casi 4 mil desplazados que decidieron emprender el retorno lo hicieron no porque haya seguridad, como lo señaló el gobierno estatal, sino porque ya están cansados de vivir en condiciones tan precarias fuera de sus casas y lejos de sus tierras donde se encuentran sus milpas y huertas.
Es un regreso “de alto riesgo”, pero en la primera agresión volverán a refugiarse en los albergues, señalaron los párrocos, e indicaron que si bien las autoridades estatales y federales han movilizado policías e incluso miembros del Ejército, hasta ahora no han sido desarmados los encapuchados que perpetraron el desalojo hace dos meses.