Hijo de Moisés Sánchez, periodista asesinado en Veracruz, reprocha 3 años de impunidad
XALAPA, Ver. (apro).- Tras mil 95 días del secuestro y asesinato del periodista-editor de La Unión, Moisés Sánchez Cerezo, ni el gobierno de Javier Duarte –preso en el Reclusorio norte de la Ciudad de México- ni el de Miguel Ángel Yunes Linares han tenido voluntad política para establecer justicia en el crimen, critic Jorge Sánchez, hijo de la víctima.
“A Duarte le reprochamos que él mismo incentivó al alcalde (de Medellín) Omar Cruz para silenciar a mi padre. Le dio luz verde (para mandar a asesinarlo) y lo encubrió. Aunque en el gobierno de Yunes solo supimos de su promesa de justicia en su declaración como candidato, nunca más volvimos a saber de él. Hoy ni siquiera se habla de detener a Omar Cruz, porque es del mismo partido político que el gobernador”, reprocha en entrevista telefónica con apro.
Y asegura que, a tres años del “levantón” y posterior asesinato de su padre, en la Secretaría de Seguridad Pública y en la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz no hay avances, “ni idea” de los expolicías intermunicipales que participaron en el asesinato.
Durante una década, el periodista Moisés Sánchez Cerezo escribió y tomó fotografías para el semanario La Unión, y en 2014 también se dedicó a organizar en su congregación a “guardias de seguridad”. Además, instrumentó un programa de “vecinos vigilantes” para contrarrestar la ola de inseguridad y robos del fuero común que azotaban a su comunidad, ubicada en medio de los municipios de Boca del Río y Veracruz.
El 2 de enero del 2015 fue “levantando” por presuntos integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), todos expolicías intermunicipales de la corporación Veracruz-Boca del Río. Al día siguiente, fue asesinado y su cuerpo desmembrado. Casi 20 días después, su cuerpo fue arrojado en un predio rural del municipio de Manlio Fabio Altamirano.
De la autoría intelectual, la FGE y su entonces titular, Luis Ángel Bravo, responsabilizaron al alcalde de Medellín, el panista Omar Cruz, hoy prófugo de la justicia.
En la investigación ministerial 01E/2015 de la FGE, el único asesino confeso y en prisión, el expolicía intermunicipal, Clemente Noé Rodríguez -involucrado también en desapariciones forzadas- incrimina al panista Omar Cruz como autor intelectual del homicidio de Sánchez Cerezo.
El testimonio del expolicía destaca: “Cuando El Harry le cortó el cuello a Moisés (sic), Harry le dijo a Noé: ‘Ya cumplimos con la orden que dio el alcalde de Medellín’”.
El contacto, añadió, “era (José Luis) Meneses -subdirector de la Policía Municipal y escolta de Cruz Reyes- para que el alcalde cumpla su palabra (sic), esto sin lugar a dudas se refería al hecho de empezar a distribuir la droga, que era el compromiso que habían adquirido el alcalde, Meneses y El Harry”, se lee en el legajo de la investigación ministerial.
Del resto de los responsables, sólo hay retratos hablados y sus alias o apodos, los cuales fueron señalados por el propio Clemente Noé Rodríguez, quien identificó a sus cómplices como El Harry, El Chelo, El Moy, El Piolín y El Olmos.
Feadle, sin investigar
Familiares del reportero y activista documentaron que antes del “levantón”, a Moisés Sánchez le quitaron su cámara fotográfica y computadora portátil. Además, tuvo amenazas previas: “Le advirtieron que, si no le bajaba, le darían un susto”, dijo. Pese a ello, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) no ha querido tomar cartas en el asunto.
El año pasado, Jorge Sánchez, acompañado de otros reporteros, se plantó en la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR) para reprochar la impunidad en la que continua este asesinato.
“En Veracruz es fácil asesinar a un periodista y que el crimen quede impune, más si eres brother o amigo de alguien cercano al gobernador”, declaró en aquella ocasión.
Hoy, la organización Articulo 19 giró un comunicado en el que reprochó la falta de voluntad de la Feadle para realizar una investigación “imparcial, seria y exhaustiva” que pueda constituir una garantía a los derechos de acceso a la justicia, verdad y reparación de Moisés Sánchez, su familia y la sociedad.
“Recordemos a Moisés Sánchez quien ejercía un periodismo ciudadano, siendo indispensable para el flujo de información tanto dentro como fuera de Medellín, a través del cual podía conocerse el acontecer en esa región. Era dueño del periódico La Unión, el cual imprimía cuando sus posibilidades económicas se lo permitían.
“También utilizaba una página de internet y las redes sociales para difundir su periodismo de denuncia social, difundiendo información sobre temas como inseguridad, corrupción política y gubernamental, crimen organizado, así como la falta o deficiencia en los servicios públicos”, expuso la organización no gubernamental.
Moisés Sánchez forma parte de los periodistas que, por realizar su labor, han sido víctimas de un contexto grave de violencia en México en los últimos 10 años por parte del crimen organizado y de funcionarios públicos, mismos que también actúan en connivencia o complicidad con aquél, cuyo objetivo es acallar voces críticas y que la información permanezca en cajones cerrados.
“No debemos soslayar que lo ocurrido a Moisés Sánchez se encuentra enmarcado en el sexenio de Javier Duarte de Ochoa, quien fue gobernador de Veracruz de 2010 a 2016, de quien también debemos recordar que cuando sucedieron los hechos, denostó a Moisés al referir que era taxista, no periodista”.
Duarte de Ochoa está en prisión y es investigado por delitos de índole económico, pero no por su presunta responsabilidad en los crímenes contra periodistas. Y es que, en su mandato sumaron 17 periodistas asesinados.
El actual gobierno de Miguel Ángel Yunes no ha marcado diferencia al respecto, al contar con cuatro periodistas asesinados desde que tomó protesta en diciembre de 2016.