CUERNAVACA, Mor. (proceso.com.mx) El alcalde, Cuauhtémoc Blanco, acusó un boicot a su gobierno y advirtió que “no habrá impunidad” por el “saqueo” de la capital morelense. Y es que el Cabildo de Cuernavaca no puede concluir ni una sesión por divergencias internas.
En la sesión que debió celebrarse el sábado 2 de enero, las diferencias, particularmente entre el alcalde Cuauhtémoc Blanco Bravo y dos regidoras del Partido Social Demócrata (PSD), que lo llevó al poder, impidieron tomar acuerdos, lo que se repitió este viernes por la noche.
La discusión entre el presidente municipal y la regidora Amelia Fernández Aguilar causó que la sesión se reventara. Y es que el alcalde pretendía que se desahogara el punto de la elección de sus propuestas para el gabinete municipal.
De acuerdo con la Ley Orgánica Municipal, Blanco Bravo sólo puede nombrar al secretario municipal, al titular de Seguridad Pública, al tesorero y al contralor. Sin embargo, con el argumento de que no respetaba la equidad de género, Amelia Fernández y otros ocho regidores, de 15 totales, presentaron una propuesta distinta, en la que se incluía a militantes del PRI y el PRD, partidos que conforman la oposición, y que, junto con las dos regidoras del PSD y otros de otros partidos políticos, que hacen un total de nueve, mayoría simple en las votaciones.
La sesión se llevó a cabo en el reducido salón que para ello está destinado en las oficinas de la Presidencia Municipal, ubicadas en el antiguo hotel Papagayo, comprado hace tres administraciones para tal fin. Sin embargo, desde el sábado 2 de enero, los simulacros de sesión de cabildo han estado concurridas entre los 18 miembros del cabildo: el alcalde, la síndico, el secretario municipal y los 15 regidores, además de asesores de cada uno, medios de comunicación y otras personas.
En este segundo intento de llevar a cabo el Cabildo, el ambiente era de total descontrol. Los gritos, conversaciones, discusiones, flashes, calor, pero sobre todo la contradicción entre el alcalde y los regidores de oposición, hicieron que Blanco Bravo se exasperara, y en algún momento de la sesión encaró a Amelia Fernández y le soltó frente a los presentes: “como se lo dije allá arriba y se lo vuelvo a repetir, usted puso sus huellas y usted lo declaró enfrente de nosotros hoy por la tarde a las 11 y media, esto le puede causar un problema que puede ir a prisión. Se lo dije y se lo vuelvo a repetir, yo por las buenas soy una gran persona, pero por las malas me va a conocer y vamos…” Una rechifla de los presentes evitó que terminara la oración.
El alcalde se refería a la sesión de “precabildo” que tuvo lugar por la mañana y que tiene por objetivo “amarrar” los acuerdos antes de llegar a la sesión oficial y formal. El precabildo es una práctica instituida en los ayuntamientos de Morelos desde hace décadas. Según Blanco, Fernández había firmado y sellado con su huella digital los acuerdos y la propuesta de gabinete y ahora, en la sesión pública se echaba para atrás.
No acostumbrado a la política, Cuauhtémoc le soltó la advertencia a la regidora: “yo por las buenas soy una gran persona, pero por las malas me va a conocer”. Dicho lo anterior, Cuauhtémoc abandonó el salón de cabildo, en medio de reclamos de los regidores opositores y sus asesores y acompañantes.
Los regidores se eligen por listas, como los diputados plurinominales, por el número de votos. Amelia Fernández ocupaba el primer lugar de la lista y por ello obtuvo la regiduría. Esta mujer, sin experiencia política, es madre de Erick Salgado Fernández, quien fuera líder del PRI en Cuernavaca y es una de las personas más cercanas a Manuel Martínez Garrigós, el exalcalde capitalino que ha afirmado que “técnicamente” hizo ganar a Cuauhtémoc.
El acuerdo cuando registraron a Blanco, previo a la elección, Martínez Garrigós incluyó dos mujeres en las primeras posiciones de las regidurías, justo para tener influencia en las decisiones del cabildo.
Luego de abandonar la sesión de cabildo, Cuauhtémoc Blanco ofreció una improvisada rueda de prensa en una de las oficinas del ayuntamiento, en la que afirmó que en el salón de cabildos, los regidores de oposición auspiciaron el ingreso de personas armadas para amedrentarlo. “No me voy a bajar del barco, como se los prometí yo voy a trabajar por los ciudadanos” aseguró.
“No quieren que gobierne y no lo voy a permitir, por eso les he pedido a los integrantes del Cabildo que hay que trabajar en unidad si realmente queremos un cambio”, dijo el alcalde.
Blanco Bravo ante medios de comunicación comentó que él lo único que quiere es trabajar y mejorar Cuernavaca, “Cuando yo salga a la calle no quiero que me griten que soy ratero”, abundó.
Acusó entonces a Manuel Martínez Garrigós, su exaliado, de querer boicotear su trabajo en el gobierno municipal. Le exigió que saque las manos del cabildo, pero además le advirtió que en Cuernavaca “no habrá impunidad”, que se hará todo para castigar a todos los responsables del “saqueo” de la capital, entre los que se señala al propio Martínez Garrigós.
La denuncia
En tanto, los regidores de oposición se sostuvieron por casi una hora en la sala de plenos del Cabildo, pero ante la falta de quórum, por la salida del alcalde, la síndico y otros regidores, la sesión debió suspenderse, sin que haya claridad de qué ocurrirá.
Amelia Fernández acudió al Ministerio Público para presentar una denuncia de hechos respecto de posibles actos que podrían constituir delitos, en este caso “amenazas y lo que resulte”, en contra del alcalde Cuauhtémoc Blanco Blavo, la síndico municipal, Denisse Arizmendi Villegas, el secretario municipal Roberto Carlos Yáñez Moreno; entre otros, por amenazas y hostigamiento.
Blanco, por su parte, aseguró en la conferencia que no amenazó a la regidora.