CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Tras dos días seguidos de gira por la Ciudad de México, identificada como el bastión político de Morena, su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo, inició la cuenta regresiva de las última cuatro semanas de campaña electoral con el llamado a votar “todo parejo por los partidos del movimiento” de la Cuarta Transformación.

“No he ganado, aún falta la elección el 2 de junio. Vamos a votar todo por los partidos del movimiento… ¡Son seis boletas!”.

Igual que lo hizo ayer en la alcaldía Xochimilco, este martes viajó hasta las alcaldías Milpa Alta -la más rural de la capital- y Tláhuac, para repetir el llamado a cada asistente al mitin a convencer a 10 personas más para votar por la coalición Morena-PT-PVEM. También acusó que los candidatos de la oposición no respetarán los programas sociales, que su propuesta es “regresar al pasado” y que son ellos y no el actual gobierno “los que quieren privatizar el agua”.

La morenista estuvo acompañada en los mítines por la candidata a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, quien reiteró que sus principales propuestas se harán realidad “de la mano de nuestra próxima presidenta”. También asistieron los candidatos a las alcaldías, Octavio Romero en Milpa Alta y Berenice Herández quien se quiere reelegir en Tláhuac; así como los aspirantes al Senado por la capital, Ernestina Godoy y Omar García Harfuch.

“Me siento en casa”

En Milpa Alta, a donde llegó con una hora de retraso según lo programado, Sheinbaum Pardo presumió que es “donde tiene más aceptación” el presidente Andrés Manuel López Obrador. Aunque de entre la gente le pidieron a gritos “¡queremos un IMSS aquí!”, ella dijo que es “difícil” y les prometió rehabilitar el que ya existe. También le pidieron en coro “¡apoyo a los deportistas!”.

También reconoció que “quedó pendiente” el proyecto de hacer un nuevo plantel de la Universidad de la Salud, pero aclaró que “tiene que haber concenso con todos los pueblos”.

A modo de “celebración” por el Día del Niño, la morenista dijo que le daba “mucho orgullo” que el programa social “Mi Beca para Empezar” ya es un derecho constitucional en la CDMX en beneficio de los estudiantes de escuelas públicas desde preescolar hasta secundaria” y que ahora pretende aplicarlo a nivel nacional. En agradecimiento, al final del mitin, una niña le cantó una canción en náhuatl.

En Tláhuac, donde las porras fueron mayores, la candidata presidencial destacó, escueta, que “ya hay Metro”, pero no mencionó la tragedia de la Línea 12 del Metro, donde el 3 de mayo del 2021 murieron 26 personas y más de 100 resultaron heridos.

Luego, presumió que, “a pesar de los diversos problemas que ha tenido esta alcaldía, siempre ha votado por este movimiento”.

Después, se fue contra la oposición: “Muy pocos quieren que regrese el PRIAN a gobernar y en la ciudad, ¡menos!”. Y repitió lo dicho en el segundo debate presidencial: “Son la PRIANdilla” y los acusó de no estar interesados en la cuestión estructural de las construcciones ni el consumo del agua que significa. Y cerró: “Por eso va a ganar Clara la Ciudad de México”.

Tras esa critica, la morenista se comprometió a “regularizar los 58 asentamientos” de la demarcación y prometió que la mayoría de las escrituras serán a nombre de las mujeres. 

Las alcaldías “más iluminadas”

Como telonera de Sheinbaum, la exalcaldesa en Iztapalapa, Clara Brugada, prometió lo mismo en Milpa Alta y en Tláhuac: que cada una será la alcaldía “más iluminada” y la “más videovigilada” de la CDMX.

Sin reconocer que en ambas demarcaciones se ha denunciado la presencia de grupos del crimen organizado, cuyos integrantes han sido vistos patrullando y armados, también prometió que cada pueblo tenga su módulo de policía y que los uniformados rindan cuentas a los habitantes cada mes.

Otra promesa que lanzó fue sobre la escasez del agua: “Me duelen en el corazón laz zonas que no tienen agua”, dijo. Y ofreció resolver el problema con la instalación del “gabinete del agua”; así como con la coordinación de “cuatro mujeres y un camino”: la “próxima alcaldesa Berenice, la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, y la próxima presidenta Claudia Sheinbaum. “¡Si nos juntamos las tres seremos dinamita!”, soltó.

Para no quedarse atrás, también se fue contra su opositor del PAN-PRI-PRD, Santiago Taboada, quien, aunque no mencionó por su nombre, acusó que “no le interesan las políticas públicas, ellos solo tienen ideas de negocios en la cabeza”.

Como lo hace en cada evento, Clara Brugada envió “un fuerte abrazo” al presidente Andrés Manuel López Obrador” y desató la ya conocida frase “Es un honor…”.