explosión de pipa

Familia de Ali Yael peregrinó por hospitales para hallarlo tras la explosión; está delicado

El joven estudiante de la Vocacional 7 del IPN tiene quemaduras en el 85% de su cuerpo con afectaciones en pulmones, riñones y vías respiratorias.
jueves, 11 de septiembre de 2025 · 20:11

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Ali Yael González Aranda, de 18 años, salió de sus clases en la Vocacional 7 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), tomó el transporte público rumbo a su casa en Chimalhuacán, Estado de México. El reloj marcó las 3 de la tarde; siempre llegaba a esa hora, pero el miércoles fue diferente. 

“A sus papás les cayó de extraño que él siempre llega puntual, pero ayer no llegó. Su papá le marcó a su celular y le contestó otra persona que le dijo que encontraron su mochila. Estaba quemada”, cuenta Dayan Beltrán, tía de Ali Yael en entrevista con Proceso afuera del Instituto Nacional de Rehabilitación “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” (INRLGII). 

El padre del joven se puso de acuerdo con la persona de la llamada y recogió el teléfono de Ali Yael. Entonces le avisó a su mamá y empezó el peregrinar para buscarlo en los hospitales. 

La explosión de la pipa de gas LP en Iztapalapa que habían visto solo en redes sociales y noticieros había tocado su historia familiar.  

“Nos dividimos varios familiares a buscarlo en los hospitales, pero no estaba, que lo cambiaron, que estaba en un hospital de Iztapalapa, luego uno de Tlalpan que se llama Rubén no sé qué y luego dijeron que estaba aquí. Mi hermana nos confirmó que estaba aquí”, sigue Dayan. 

Al INR llegaron alrededor de las 16 horas, pero la madre de Alí Yael pudo entrar a verlo casi hasta la media noche. “Entró a reconocerlo solo por sus rasgos, pero es su mamá, evidentemente si lo reconoció. Eso ya fue casi a las 12 de la noche cuando salió decirnos que sí era él”, recuerda con cierto alivio. 

Acompañada de la abuela de Alí y de otras tías y primas, Dayan habla del diagnóstico de su sobrino: “Decían que tenía quemaduras en 50% de su cuerpo, pero no, tiene 85% de su cuerpo quemado. El diagnóstico es muy delicado, tiene afectaciones en vías respiratorias, le pusieron catéter y está intubado. Sus pulmones y riñones ya no le funcionan, están afectados por el calor.” 

Las primeras horas de espera por noticias positivas del joven pasaron entre la gente que les llevó agua, café y pan. “Al sanitario nos dejan pasar sin problemas, sí se están portando accesibles en el hospital y no nos han pedido nada de medicamentos o insumos para Alí”, reconoce. 

Por segundos, el rostro le cambia al hablar de su sobrino antes de la tragedia: “Es muy estudioso, le gusta mucho estudiar. Es un niño disciplinado. Es un niño de casa. Estaba en natación. Es un niño sano, hace deporte. Es un niño amiguero también, pero saludable, le gusta vivir bien, no anda en la calle”. 

Con voz baja que apenas contiene el llanto, su abuela Silvia Beltrán agrega: “Es mi nieto, el mejor, muy estudioso, muy respetuoso, muy querido por todos. Lo amo mucho”. 

Dayan y sus acompañantes cierran los ojos y hacen oración “para que nuestro niño salga bien”. De paso, hacen una petición a las autoridades: 

“Que ayuden a otras familias que no encuentran a sus familiares. Nosotros afortunadamente ya sabemos dónde está nuestro niño.” 

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