Tianguis del Chopo
Declaran al Tianguis Cultural “El Chopo” Patrimonio Inmaterial de la Ciudad de México
En el decreto se establece que el tianguis es un espacio de intercambio cultural y simbólico para la exhibición, venta y trueque de discos y mercancía relacionada con las culturas del rock.CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Con una playera nueva que decía “Chopo 43 aniversario”, porras y canciones de rock nacional, el jefe de Gobierno, Martí Batres, encabezó el acto en el que el Tianguis Cultural El Chopo fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Ciudad de México (CDMX).
En el decreto, publicado la mañana de este viernes 22 en la Gaceta Oficial de la CDMX, se establece que el tianguis ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc es un espacio de intercambio cultural y simbólico, para la exhibición, venta y trueque de discos y mercancía relacionada con las culturas del rock.
En conferencia, el mandatario capitalino calificó al tianguis como “una expresión de la contracultura en México”, y relató que ese espacio “se creó en la resistencia frente a las presiones del mercado y del Estado, es espacio libre para las juventudes de las periferias urbanas y para todas y para todos”.
También aprovechó para recordar que a ese lugar acudían “todos y todas” para enterarse de qué disco o qué “rola” acaban de sacar los grupos o autores que el circuito cultural comercial “despreciaba”.
Para concluir su mensaje, Martí Batres dejó de lado toda la terminología política y les dijo a los comerciantes: “Banda, ustedes ayudaron también a que la izquierda llegara al gobierno de esta ciudad; Banda, ésta también es su casa”.
En el mismo escenario en el cual la secretaria de Cultura de la CDMX, Claudia Curiel de Icaza, presumió su estrecha relación con el género de los boleros el pasado 24 de agosto, esta tarde reveló que también es “rockera y metalera”, y que ha ido “mil veces” al tianguis a comprar discos y playeras.
Luego destacó que es el “primer y único tianguis independiente, callejero de la capital” y detalló que los vendedores están “autoorganizados, tienen sus comités donde se ponen de acuerdo”.
Para complacer la demanda de los vendedores, los invitó a organizarse para realizar una serie de conciertos y un tianguis “en representación del Chopo” en la Fábrica de Artes y Oficios de Oriente (Faro Oriente), de la alcaldía Iztapalapa.
Difícil parto
El presidente de la Asociación Tianguis Cultural El Chopo, Felipe Santiago Victoriano, recordó que el tianguis se inició hace 43 años como un movimiento en el Museo Universitario del Chopo, pero cuando tomó la calle “comenzó a echar raíces”, por lo que la “gente que los invitó al museo” presuntamente los quería correr.
Agregó, que afuera de las instalaciones, los ataques contra los vendedores continuaron, pues dijo que les “tiraban agua” para que no se instalaran.
El presidente aprovechó el micrófono para acusar al director del Museo Universitario del Chopo, Jorge Pantoja, de presuntamente querer lucrar con los vendedores: “Cuando son los aniversarios se cuelgan, y afirman que ya lo traían en la cabeza… porque dice: ‘No, pues el tianguis así yo lo traía planificado’, y no es cierto”.
Respecto a la declaración como patrimonio inmaterial explicó: “No somos un objeto ahí que se va a quedar y que sea material, no, esto debemos seguirlo cultivando, eso es lo que nos reconocen: el trato que cada uno de todos ustedes y que seguirá dándosele a la gente y que seguirá generándose entre los compañeros, eso es lo que reconocen”.
El secretario de Cultura de la asociación Tianguis Cultural El Chopo, César Salas Romero, agradeció el nombramiento en representación de los vendedores:
“Gracias, gracias de parte del Tianguis Cultural El Chopo, repito, a nombre de mis compañeros y, sobre todo, a las ausencias de todos los nuestros que ya no están aquí. Gracias.”
Declaratoria, música y playeras
Tras los mensajes y agradecimientos, en un intercambio algo descoordinado, el jefe de Gobierno entregó la declaratoria al presidente y al secretario de cultura de la asociación del Tianguis Cultural El Chopo, mientras que, a la par, recibió una playera en la que se leía: “Chopo 43 aniversario”.
Sin desprenderse de su saco ni de su corbata, Martí Batres colocó la playera encima de su ropa y, tras sostenerla unos segundos con una sonrisa en el rostro, la guardó sobre un banco.
Por segunda vez en menos de un mes, el patio del Antiguo Palacio del Ayuntamiento se convirtió en escenario de un concierto, en el que corbatas, sacos, cabelleras largas y playeras con estampados coloridos y elementos de bandas rock se unieron para posar frente a las cámaras.
A diferencia de otros actos públicos, los funcionarios olvidaron las ceremonias y en sus manos colocaron la señal de “amor y paz”.
Mientras el espacio era inundado por la canción “No tengo tiempo” de Rodrigo González, algunos vendedores coreaban: “¡Batres, Batres, ra, ra, ra!”.