CDMX

¿Microsismos en la CDMX pueden ser de mayor intensidad? Esto dice una experta

Delia Bello, especialista del Servicio Sismológico Nacional (SSN), no descarta la posibilidad de que ocurra en la CDMX un sismo de magnitud mayor a la registrada en los microsismos registrados hasta la fecha.
sábado, 16 de diciembre de 2023 · 11:56

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- La especialista del Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Delia Bello, no descarta la posibilidad de un sismo con epicentro en la Ciudad de México de mayor magnitud a los que ya se han registrado hasta el momento como “microsismos”, pues los movimientos telúricos de la tierra son impredecibles.

En entrevista con Proceso, Bello puntualiza que hasta el momento no se tiene registro de sismos de magnitud mayor a 3.5 con epicentro en la ciudad, pero aclara: “No se descarta la posibilidad de que en algún momento pueda ocurrir un evento mayor, ya hablando una magnitud de 7.0 sería muy aventurado, pero tampoco podemos decir que no, la tierra, como siempre les digo, no tiene palabra”.

En menos de una semana, la capital registró siete “microsismos”. Cuatro de ellos la mañana del 12 de diciembre, con magnitud 2.8, 3.0, 2.4, y 2.1, los cuales tuvieron epicentro dos y tres kilómetros al sureste de Álvaro Obregón y uno cuatro kilómetros al noreste de la Magdalena Contreras.

En tanto, el 14 de diciembre se registraron dos de magnitud 3.2 y uno de 2.4, con epicentro a tres y cuatro kilómetros al sur, sureste y noreste de las demarcaciones mencionadas.

Y la madrugada de este sábado ocurrió otro de magnitud 1.6 en la alcaldía Álvaro Obregón.

Ante dichos movimientos, la especialista en sismos detalla: “De acuerdo con los estudios y modelos que tenemos no podríamos esperar una magnitud tan grande, pero bueno, con la tierra cualquier cosa puede pasar, ya lo vimos con el huracán Otis, que son a veces fenómenos que no esperamos y que se comportan de manera diferente a lo que hemos visto anteriormente, entonces es muy aventado decir que no puede pasar”.

Si bien no ha sucedido un evento de tal magnitud en la CDMX, la analista recuerda que en 1912 ocurrió un sismo de magnitud 7.0 en el municipio de Acambay, ubicado en el Estado de México, a solo 100 kilómetros de distancia de la capital: “Si se repitiera un evento como esos, cercano a la Ciudad de México, pues sí, podría tener efectos, pues tal vez catastróficos, si no se siguen las medidas de recomendación”.

Por otro lado, hace énfasis en que la ciudad es susceptible a percibir movimientos telúricos que ocurren dentro de ella y en otros estados de la República Mexicana: “No debemos olvidar que también hay sismos que pueden ocurrir en las costas, por ejemplo, Guerrero, o las costas de Oaxaca o Michoacán, que sean de magnitud mucho mayor de lo que hemos visto, y que también podrían tener efectos en la ciudadanía”.

Delia Bello explica que, debido a esta característica, la CDMX es peculiar con respecto a otras ciudades del mundo, y que los movimientos de la tierra se pueden percibir en cualquier parte.

“Ya vimos que no hay una zona exclusiva de la Ciudad de México donde no se lleguen a percibir los sismos, o no puedan llegar a ocurrir sismos dentro de la capital”, apuntó.

Además, recalca que los que se registraron con epicentro en la urbe no han pasado de daños estructurales, pero advierte que uno de magnitud 4.0 podría tener daños severos en estructuras que no están reglamentadas:

“Cada unidad de magnitud es 32 veces más grande que la anterior, entonces un 4.0 sería 32 veces más grande que un sismo de magnitud 3.0 (...) no nada más son daños a las estructuras, también tenemos nuestro patrimonio, las pantallas o muebles, que podrían llegar a ocasionar daños en la vida de las personas, si a una persona adulta o a un niño se le cae una pantalla o un mueble que no esté fijado, podría ser fatal”.

Memorándum: estar preparados

La analista considera importante que toda la población revisé que se encuentren fijadas lámparas, pantallas y muebles, pues podrían llegar a caer y causar la muerte de personas o mascotas.

También, recomienda revisar las viviendas: “Cualquier agrietamiento que detectemos hay que marcarlo, señalarlo y verificar con el siguiente evento sísmico, si creció, si hay algún otro problema en la vivienda. De ser así, reportarlo, ya sea con un ingeniero estructural, con un arquitecto, o llamar a Protección Civil de su localidad”.

Luego de los sismos del pasado 12 de diciembre, las autoridades del Gobierno capitalino aseguraron que pagarán los estudios que necesiten los habitantes de inmuebles donde hubo daños en las alcaldías Benito Juárez y Álvaro Obregón, según declaró un día después el jefe de Gobierno, Martí Batres, en conferencia.

En el caso de ocho domicilios, las autoridades instruyeron a las personas para evacuar los inmuebles por el riesgo que representan los daños.

Delia Bello es clara, resulta imperativo tener protocolos de seguridad y estar preparado, por lo que propone afianzar la costumbre de tener a la mano una mochila de emergencia, con baterías portátiles siempre cargadas, así como platicar entre familia acerca de un punto de reunión. “Que se lo tomen en serio”, enfatiza.

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) enumera los artículos que no pueden faltar en la mochila de emergencia, en la siguiente página del Gobierno de México: https://www.gob.mx/cenapred/articulos/prepara-tu-mochila-de-emergencia-no-lo-pienses.

“Sobre todo, cuando no suena la alerta”

Otra recomendación de la analista del SSN es que los habitantes sepan cómo actuar y realicen simulacros en sus propias viviendas: "Sobre todo cuando no suena la alerta sísmica, que solamente nos vamos a replegar a un punto de seguridad”.

Entonces, Bello hace un llamado a las autoridades capitalinas para tener en cuenta la posibilidad de realizar simulacros en diferentes escenarios, pues los que tenemos son entre semana, cuando la población se encuentra en las escuelas y los centros de trabajo: “En fin de semana, donde la gente está en los centros comerciales, que están en el cine, ahí sería muy bueno realizar este tipo de ejercicios (...) y hacerlos de manera recurrente ayuda a preparar a la población”.

Aunque reconoce que en México y a nivel mundial, los simulacros implican un costo importante: “Se tiene que detener parte del sector salud, no nada más es económico, por ejemplo, los hospitales tienen que detener unos momentos sus actividades, entonces el impacto es muy grande en ese sentido, pero varía (...) el impacto puede ser judicial, social, salud, energético, y obviamente económico”.

¿Por qué no suena la alerta sísmica?

Las ondas emitidas por el movimiento viajan muy rápido, hasta velocidades de 8 kilómetros por segundo, cuando estamos muy cerca del epicentro pueden llegar prácticamente al mismo tiempo que cualquier sistema de alertamiento que las detecte, ya que estos funcionan con las primeras ondas que se propagan, así lo expone la también responsable del diplomado de sismología para profesores de bachillerato, que imparte el SSN.

Sentencia que no hay otro método que pueda prevenir el movimiento antes de que suceda: “En el momento sí se considera imposible, porque no existe ninguna tecnología, ni en Japón, ni en Estados Unidos, ni en ninguna otra parte, que pueda alertarnos antes de que se realice el proceso de ruptura”.

Y comparte que hay colaboraciones entre México e instituciones internacionales, en las que trabajan con inteligencia artificial para descubrir si hay algún precursor antes de un sismo: “Pero hasta el momento, la tierra es tan dinámica, que lo que se pueden encontrar para una región, puede variar para otra, entonces no hay nada en concreto, ni siquiera para la falla de San Andrés en Estados Unidos o para Japón”.

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