CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Chocamos y muchas personas salieron volando. Donde yo estuve no hubo ningún muerto”, cuenta Patricia Esmeralda Contreras, de 22 años, con la mano en el pecho, adolorida del impacto entre dos trenes del Metro entre la estación Potrero y la Raza.

“Ella iba para Hidalgo, pero el vagón se salió de la línea del Metro y se pegó en las costillas. Hay bastantes heridos”, asegura Gilberto Contreras, padre de Patricia, quien acudió al llamado de auxilio de su hija.

“Fue algo terrible, el convoy se paró a medio túnel y de repente sentimos el trancazote. Yo venía pegado a una banca que divide el vagón y la lámina se sumió, fue lo que me aventó. Lo más feo fue en el último vagón”, dice Edgar Montiel con el brazo vendado.

“No sé si el conductor esté vivo o muerto, porque se deshizo la cabina”, asegura Montiel, que se dirigía a su trabajo.

“Hay gente atorada, tardó mucho la ayuda, nos están pidiendo que no grabemos, que no digamos nada. Había gente que necesitaba salir y estaba atorada, y nadie nos ayudó, tardaron cerca de 40 minutos en ayudarnos a salir”, contó un hombre entrevistado por el diario El Universal.

Mientras tanto, policías y elementos del Ejército mantienen acordonado el perímetro de la estación.