CIUDAD DE MÉXICO (apro).– De acuerdo con información difundida en medios y redes, la cantante Yrma Lydya, asesinada por su esposo Jesús Hernández Alcocer, de 79 años, presentó en diciembre de 2021 una denuncia por agresiones físicas sufridas en el domicilio conyugal, bajo el delito de violencia familiar; sin embargo, las autoridades decidieron dar carpetazo al asunto. Meses después ocurrió el feminicidio de la mujer de 21 años en el restaurante Suntory, de la colonia Del Valle, en la CDMX. 

Datos obtenidos de la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, mediante transparencia, revelan que durante 2021 se abrieron 8 mil 940 carpetas por el delito de violencia familiar en la Ciudad de México, entre las que se encuentra la interpuesta por la cantante. Sin embargo, se tramitaron sólo 276 órdenes de protección para las víctimas, apenas 3%. 

De éstas, el promedio de edad del agresor fue de 41 años y la ocupación con mayor incidencia fue la de empleado, con 97 carpetas, sin especificar a qué industria pertenecen. La edad máxima de un agresor fue de un servidor público de 80 años, y la mínima de dos obreros de 19 años.  

Destacan 40 casos de personas desempleadas, tres registros de servidores públicos, un policía, un policía jubilado, así como un custodio de reclusorio. También hubo casos de agresores con carreras profesionales, como un geógrafo, un arquitecto y varios abogados, entre otros.  

El 23 de noviembre de 2020, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, presentó una reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, conocida coloquialmente como “El agresor se va de casa”, en la que se estipuló que, independientemente de la acreditación de propiedad del inmueble, el tipo de contrato matrimonial o su ausencia, el agresor debería desocupar inmediatamente el domicilio de la víctima tras la denuncia de violencia, sin importar el parentesco y con el fin de interrumpir la comisión de un delito.  

De esta medida específica, 69 personas fueron desalojadas de su domicilio por violencia contra una mujer durante el periodo del 23 de noviembre de 2020 al 17 de diciembre de 2021. De estos perfiles, la edad promedio del agresor fue de 46 años, la máxima fue de un jubilado de 85 años y la mínima de un empleado de 19 años. La ocupación preponderante de los agresores fue la de trabajador y asalariado, y destaca el registro de siete militares denunciados por este delito.