Feminicidio
Cae Pedro "N", tercer vinculado a la muerte de Lidia Gabriela; al parecer este sí conducía el taxi
Cámaras de vigilancia siguieron el vehículo que él conducía y vieron que lo abandonó dentro de una Unidad Habitacional, por lo que fue detenido en calles de la colonia Doctores, en la alcaldía Cuauhtémoc, y llevado al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.CIUDAD DE MÉXICO (apro).– En un tercer intento por atrapar al verdadero responsable de conducir el taxi del que la joven Lidia Gabriela Gómez se arrojó por miedo a ser víctima de un delito, agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) detuvieron en la colonia Doctores a un sujeto identificado como Pedro “N”, por el delito de feminicidio.
En un comunicado, dijo que, “de acuerdo con las investigaciones, el hombre probablemente conducía un vehículo de alquiler desde el cual posiblemente se arrojó la víctima”. Las cámaras siguieron el vehículo y vieron que el conductor lo abandonó dentro de una Unidad Habitacional.
Por ello, detectives adscritos a la Coordinación General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas ubicaron a dicha persona en calles de la colonia Doctores, en la alcaldía Cuauhtémoc y, con la orden de aprehensión otorgada por un juez, lo detuvieron y trasladaron al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, para ser puesto a disposición de la autoridad judicial que lo requirió.
Según las autoridades, Pedro “N” es sobrino de Fernando “N”, concesionario del taxi y quien fue detenido la semana pasada por posesión de droga y un arma de fuego; así como de su hermano Federico “N”, también capturado por posesión de droga. Ambos lo habrían encubierto para evitar que lo detuviera la policía.
De acuerdo con los últimos mensajes que Lidia Gabriela envió a su novio, el pasado 1 de noviembre, el conductor no siguió sus instrucciones de ruta por calles de la alcaldía Iztapalapa, le quería cobrar dinero de más y cuando ella le indicó que se detuviera para bajar, él se negó y aceleró la velocidad por la calzada Ermita Iztapalapa, a la altura de la estación del Metro Constitución de 1917.
Por miedo a sufrir un delito, la joven se arrojó del auto en movimiento y murió casi de inmediato por el golpe que se dio en la cabeza.