CDMX
Madre denuncia que drogaron y escondieron a su hija en un baño del bar Hookah Santa Fe
El establecimiento mercantil ubicado en la alcaldía Cuajimalpa negó “categóricamente” tener alguna relación con cualquier situación que ponga en riesgo a sus clientes.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La madre de una joven denunció que ésta fue drogada, presuntamente con un alcaloide llamado “escopolamina” y escondida en un baño del restaurante-bar Hookah Santa Fe, la noche del pasado viernes 21, sin que hasta el momento haya alguna persona detenida como responsable del hecho.
En un comunicado, el establecimiento mercantil ubicado en la alcaldía Cuajimalpa negó “categóricamente” tener alguna relación con cualquier situación que ponga en riesgo a sus clientes; dijo que el hecho “sale completamente de su control”, pues el consumo de bebidas es responsabilidad de cada comensal y que no existen pruebas de encubrimiento del hecho; sin embargo, se dijo dispuesto a que se hagan las investigaciones pertinentes.
Por su parte, el alcalde Adrián Rubalcava, informó en su cuenta de Twitter que está “en contacto con los familiares de la victima (sic) y estos hechos no quedarán impunes, actuaremos con todo el rigor de la ley para que estos eventos no se repitan”.
“¡Aquí hay una niña!”
La denuncia del incidente se dio a conocer este martes en la página Noticias en la Mira, con base en un audio en el que la madre de la víctima, -cuyo nombre y edad fueron reservados- contó que la joven fue al bar ubicado en la avenida Vasco de Quiroga 3880, en la zona de Lomas de Santa Fe, con cuatro amigas. El acuerdo fue que el chofer de una de ellas la llevaría de vuelta a su casa y que le llamaría cuando saliera del lugar.
Sin embargo, pasaron las horas y el teléfono no sonaba y al marcar ella, no contestaba. De pronto, una de las amigas le llamó “para decirme que no encontraban a mi hija, que ya se había acabado la fiesta”.
La madre fue al lugar, pues el localizador del teléfono celular de su hija indicaba que seguía ahí adentro, aunque los empleados insistieron que ya se había ido. “Mi hija no se hubiera ido a otro lugar sin avisar”, aseguró.
La mujer acudió con la administradora de la plaza comercial QV, donde está el bar, y ésta ordenó a los trabajadores buscar de nuevo a la joven.
“Ella decide buscar, en primer lugar, en los baños al final del pasillo. En el último de los cubículos se encuentra con una puerta bloqueada. Con esfuerzo logra abrirla parcialmente y nos encontramos con un baño que funciona de bodega lleno de bolsas negras con cortinas, es decir, bultos muy pesados que cubrían todo el piso y los muebles de baño logra asomarse y grita, ‘¡aquí hay una niña!’”, sigue el relato.
Era la joven que estaban buscando. Estaba “desorientada y sin saber cómo llegó” ahí. La llevaron a un hospital donde le hicieron pruebas toxicológicas, pero salieron negativas.
“Hablando con una doctora del Hospital Ángeles Lomas, especialista en toxicología, me indica que esta situación muy común hoy en día, se hace con una sustancia llamada escopolamina, que tiene como objetivo dormir profundamente a la víctima con fines de abuso. No es rastreable”, aseguró la denunciante.
Al otro día, la madre regresó al Hookah Santa Fe para buscar explicaciones de lo ocurrido y al responsable de ataque contra su hija. La respuesta que le dieron fue sorprendente: “que las cámaras que abarcan el pasillo que lleva a los baños no funcionaban”.
Según la denuncia, cuando pidió hablar con el dueño del establecimiento, la comunicaron con quien dijo ser Uri Boltvinik. Contó: “Me topo con un hombre ruin, interesado únicamente en saber si mi hija era menor de edad. No tuvo ningún interés en saber qué sucedió en su negocio o está ocultando alguna evidencia. Su respuesta a mi necesidad de ver qué había pasado fue un ‘da gracias a que tu hija está viva’”.
Al final de la denuncia, la mujer llamó a los padres de familia y a los jóvenes a poner atención a los lugares donde acuden a divertirse para que vivan lo que ella vivió.
Hookah niega relación con el hecho
En un comunicado difundido en sus redes sociales, el Hookah Santa Fe negó “categóricamente” que el establecimiento o sus colaboradores “presten, faciliten, estén coludidos o tengan relación alguna con cualquier situación que pueda poner en riesgo o en peligro la integridad física y/o moral de persona alguna, sobre todo, de su clientela”.
Al asegurar que desde hace 12 años presta sus servicios cumpliendo con la ley, tiempo que “nos respalda como un lugar con buenas prácticas y que vela siempre por los intereses de sus clientes”, el establecimiento comercial acusó:
“En esta ocasión se busca responsabilizar al establecimiento por un hecho que sale completamente de su control, ya que el consumo de bebidas y el control de dicho consumo es enteramente responsabilidad de cada unos (sic) de los clientes, no existe prueba alguna de que el personal haya estado implicado o involucrado activamente en lo sucedido, ni mucho menos existe prueba de que se haya encubierto alguna conducta contraria a la normatividad”.
Luego, se reservó el derecho de ejercer acción legal o administrativa contra quien pretenda perjudicar su marca.
Por último, manifestó su “disposición y compromiso para coadyuvar con las autoridades, la presunta afectada y la familia de ésta última, con la finalidad de establecer lo sucedido y que se ejerza el rigor de la ley en contra de quien o quienes pudieran resultar responsables en caso de que se determine la comisión de alguna conducta delictiva”.
Y cerró al decir que, de parte de “todos los que formamos parte de Hookah Santa Fe habrá en todo momento disposición y apertura para la realización de las investigaciones pertinentes”.