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De adolescentes, los restos que eran transportados en un diablito en el Centro de la CDMX
Los restos humanos que eran transportados por un hombre en un diablito en el Centro de la CDMX eran de dos adolescentes mazahuas de 12 y 14 años de edad.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- De dos adolescentes, presuntamente de la etnia mazahua, eran los cadáveres mutilados que la madrugada del domingo un hombre transportaba en un “diablito” en calles del Centro Histórico, cuando fue detenido por policías.
Yair “N” de 12 años y Héctor Efraín “N”, de 14, fueron vistos con vida por última vez el martes 27 de octubre afuera de una vecindad de la calle Pensador Mexicano, donde vivían. Horas después, sus padres los reportaron como desaparecidos y ayer identificaron sus cadáveres que tenían huellas de tortura, de acuerdo con el diario El Gráfico.
El reporte indica que, luego de que los menores no llegaron a su casa aquella noche de martes, sus padres –comerciantes informales mazahuas originarios de San Antonio Pueblo Nuevo, Estado de México-, denunciaron su desaparición y colocaron copias de la ficha de Alerta Amber con su foto en los postes de la colonia, pero alguien los rompía en menos de una hora.
De acuerdo con la publicación, por la pandemia los adolescentes dejaron los estudios y se dedicaban a la venta de dulces en las calles del Centro. Por información hallada en el teléfono celular de una de las víctimas, se sospecha que uno de ellos pretendía a una joven que, a la vez, era del interés de un vendedor de droga de la zona.
La noche de su desaparición, uno de ellos se comunicó con la chica y le dijo que iría a la tienda a comprarle algo. Los dos menores salieron juntos, pero ya no regresaron a sus casas. Su última ubicación que marcó su teléfono celular fue una vecindad de la calle Belisario Domínguez, pero, según el reporte, la policía no los buscó ahí.
La madrugada del domingo, un sujeto de 39 años fue detenido por policías auxiliares cuando iba por la calle República de Chile, entre Belisario Domínguez y República de Cuba. Edgar “N” empujaba un “diablito” con cajas de cartón en las que llevaba bolsas negras, pero se le cayeron. Cuando los uniformados se acercaron, descubrieron que el contenido eran restos humanos.
Presuntamente, en su primera declaración el sujeto dijo que pertenecía a la organización delictiva La Unión Tepito. Luego, cambió la versión y dijo que era adicto y que unos sujetos de la colonia Morelos le dieron “dos grapas” de cocaína a cambio de que se llevara unas bolsas a la basura.
En sus antecedentes, el sujeto cuenta con varios ingresos a prisión por delitos como robo agravado y calificado.