CIUDAD DE MÉXICO (apro).— A dos años de los sismos de 2017, 26 templos de la arquidiócesis de México que resultaron afectados siguen aún cerrados porque no ha iniciado su proceso de restauración, señala el sacerdote Salvador Barba, representante de la arquidiócesis en el Comité de Reconstrucción. En entrevista para Apro, Barba señala tajante:

“Tenemos 26 templos cerrados por el peligro que representan para la feligresía. Con tal de no perjudicar al culto, ahí las misas se siguen dando en los atrios, en los jardines, o en algunos anexos”.

Indica que, hasta el momento, los proyectos de restauración de este importante patrimonio arquitectónico “aún siguen en el escritorio de los especialistas”. Indica que importantes inmuebles novohispanos continúan dañados, principalmente en el Centro Histórico, Xochimilco, Milpa Alta y Magdalena Contreras. Del Centro Histórico menciona a dos importantes templos a los que no se les ha metido mano: el de La Profesa y el de Santa Veracruz, éste último situado a un costado de la Alameda Central y cuyas torres quedaron inclinadas. --¿Cuántos templos ya han sido restaurados?-- se le pregunta. --¡Ninguno! ¡Ninguno! A algunos les han hecho algunas pequeñas obras de mitigación, que son meros paliativos. Pero no ha habido ninguna restauración real.  Todavía se sigue en el trabajo de escritorio. En una carpeta informativa dada a conocer hoy por la arquidiócesis, se señala que apenas se firmaron nueve contratos para “iniciar la restauración” de los inmuebles religiosos afectados. Dice el informe:

“Con el apoyo del Gobierno de la Ciudad de México y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fueron firmados nueve contratos y convenios para iniciar la restauración en inmuebles religiosos de algunos pueblos originarios”.

Y agrega que están por firmarse “otros diez contratos”, lo cual permitirá “comenzar las restauraciones y reconstrucciones respectivas”. En estos contratos, señala, ya se incluyen a dos joyas arquitectónicas del Centro Histórico que resultaron dañadas: los templos de San Fernando y de Santiago Tlatelolco. Indica que la “mayoría” de estos proyectos de reconstrucción serán realizados con recursos del Fonden. Por lo pronto, especifica, ya están terminados los proyectos ejecutivos de los inmuebles “cuya conciliación se hizo con Seguros Banorte”, que fue la compañía contratada por el INAH. La arquidiócesis, a cargo del cardenal Carlos Aguiar Retes, señala por último que aguarda con mucho interés “la pronta restauración de los inmuebles afectados”. Todavía el pasado 15 de septiembre, durante los festejos patrios del Grito de la Independencia en el zócalo capitalino, la arquidiócesis prohibió que se repicaran las campanas de la Catedral Metropolitana, pues el campanario de este importante inmueble sigue aún dañado por los sismos de hace dos años. Respecto a la catedral, Salvador Barba señala que todavía ahí permanecen --embodegadas y despedazadas-- las dos esculturas que se cayeron con los sismos: las que representan a la “Fe” y a la “Caridad”, realizadas por Manuel Tolsá.

“Los peritos aún no saben qué hacer con ellas. Unos opinan que deben restaurarse, otros indican que lo más conveniente es sustituirlas por otras”, concluye Barba.