CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Daniela Ramírez, empleada de una pizzería, fue asesinada la noche del 18 de mayo cuando desapareció, aseguró Alberto Pérez Rivera, abogado de la familia de la joven, quien confirmó que los restos humanos hallados en la zona de Parres, alcaldía Tlalpan, el pasado 11 de julio pertenecen a ella. En entrevista con Apro, adelantó que, si bien, aún se desconoce la causa de su muerte, ésta sólo podrá ser determinada si fue producto de un disparo o traumatismo, pues no hay suficiente material genético. Pérez Rivera detalló que los restos humanos aún son analizados por personal del Instituto de Ciencias Forense (Incifo) del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJ-CDMX), y será hasta el próximo martes 6 de agosto cuando serán entregados a Margot Ortiz, madre de Daniela, para su cremación. El litigante precisó que los gastos funerarios correrán por parte de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX). La noche del 18 de mayo, Daniela salió de su trabajo en una pizzería de la alcaldía Xochimilco y abordó un taxi para dirigirse a una fiesta con amigos en el pueblo de San Andrés. Sin embargo, en el camino el conductor cambió de ruta y aunque la joven de 18 años pidió ayuda a un amigo, por medio de Whatsapp, no se supo más de ella. El también coordinador de la Clínica de Interés Público contra la Trata de Personas del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), declaró que el asesinato de Daniela fue clasificado como feminicidio, por lo que se activó el protocolo correspondiente y aseguró que la próxima semana tendrán más información al respecto. “El caso de Daniela ha sido una excepción en términos de calidad de investigación, pero la Procuraduría debe entregar resultados en un plazo razonable”, advirtió y añadió que el caso pone “vara alta” para las autoridades locales. Pérez Rivera reprochó que en medio de una crisis de personas desaparecidas, la PGJ-CDMX sólo se dedique a investigar los casos que atraen la atención mediática, como sucedió con el del estudiante de la Universidad del Pedregal, Norberto Ronquillo; y el egresado de la maestría en la universidad Latinoamericana, Leonardo Avendaño. “Esperamos que en todos los casos se ponga ese empeño y no sólo en los que los medios hacen el favor de difundir, pues queda claro que si las autoridades se dedican a investigar de manera adecuada, las posibilidades de éxito son altas”, argumentó. Como parte de la reunión que los familiares de Daniela tuvieron ayer con la procuradora capitalina, Ernestina Godoy, ambas partes acordaron no revelar las líneas de investigación para no entorpecer el proceso. “La PGJ-CDMX tiene algunas líneas de investigación, pero hay un acuerdo de no detallarlas para no entorpecer la indagatoria”, afirmó Pérez Rivera. No obstante, en conferencia de prensa realizada por la tarde, Willy Zúñiga Castillo, Fiscal Especializado en la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas reveló que existen dos líneas de investigación importantes contra al menos dos personas. La primera de ellas señala al conductor del taxi como probable responsable, mientras que la segunda involucra a los pobladores de la zona donde fueron hallados los restos. Al ser cuestionado sobre la presunta localización del teléfono celular de Daniela en manos de un presunto responsable, el fiscal aclaró: “Tenemos el movimiento de la línea del teléfono, pero el equipo como tal no lo tenemos. Esto puede generar información importante para determinar cómo ocurrieron las cosas y quién estuvo atrás de esto”. Por su parte, la coordinadora general de Servicios Periciales de la PGJ-CDMX informó que debido a la falta de tejido blando no se ha podido determinar la causa de muerte de Daniela, sin embargo, detalló que su cráneo presentaba una fractura. Además, agregó, en el lugar también se encontró una osamenta de sexo masculino que aún no ha sido identificada.