CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La estudiante de la Preparatoria 3 de la UNAM, que la semana pasada acusó que fue violada dentro de ese plantel, se presentó con su madre ante la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niñas, Niños y Adolescentes de la Procuraduría capitalina, donde presentó una querella por la probable comisión del delito de abuso sexual. En un comunicado, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX) informó que el agente del Ministerio Público canalizó a la adolescente al Centro de Terapia de Apoyo a víctimas de delitos sexuales, para practicarle un estudio psicológico y brindarle las terapias correspondientes. Agregó que se solicitó la intervención de peritos en ginecología y toxicología, este último para determinar qué tipo de sustancia se le suministró a la víctima el pasado 8 de agosto, es decir, hace 8 días, en el plantel “Justo Sierra”. Según la Procuraduría, durante la entrevista, la menor “proporcionó información que resulta importante para esclarecer los hechos y se mantiene en sigilo para no afectar las investigaciones”. Además, el representante social giró medidas de protección en favor de la menor, a través del área jurídica de la UNAM. En días pasados, se difundió la denuncia hecha por la estudiante en la que relató que, al estar en las áreas verdes del plantel ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero, un hombre le hizo plática, le ofreció una bebida, ella la aceptó y quedó inconsciente. Dijo que cuando despertó estaba semidesnuda, tirada en el pasto y que no recordaba la identidad o características del sujeto. En respuesta, la UNAM informó que no tenía registro de ninguna denuncia de la estudiante ni de su familia por el presunto delito cometido. Sin embargo, ordenó la suspensión temporal del secretario de Apoyo a la Comunidad de la Preparatoria 3, mientras se desarrollan las investigaciones y se deslindan responsabilidades. El miércoles 14, la institución universitaria agregó que tras haber obtenido declaraciones de personal del plantel, estudiantes y profesores que atestiguaron la presentación de la alumna ante los servicios médicos de la escuela “de ninguna se desprende información por la que se pueda presumir algún tipo de ataque físico”.