CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Especialistas de instituciones nacionales que estudian fenómenos sismológicos aseguraron que los microsismos ocurridos ayer por la noche y la madrugada de este miércoles, así como los de los últimos días en la capital, son originados por fallas geológicas activas que se ubican en la Ciudad de México.
En una reunión realizada este mediodía, descartaron que los movimientos de tierra se hayan producido por los trabajos de ampliación de la Línea 12 del Metro, construcciones de años previos o por la extracción del manto acuífero.
Así lo aseguraron expertos del Servicio Sismológico Nacional (SSN), la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), así como académicos de la UNAM y el IPN, en el salón Murales del Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguró que los habitantes de la Ciudad de México deben prepararse ante las circunstancias y saber cómo reaccionar en caso de un movimiento telúrico.
Por ello, adelantó que la próxima semana presentará un esquema de prevención para informar a la ciudadanía. Además, adelantó que se incrementará la instrumentación en la zona poniente de la ciudad, a cargo de instituciones científicas, para tener mayor conocimiento de la actividad sísmica en la zona.
En particular, dijo que instalarán dos acelerógrafos y un sismógrafo en dicha zona para complementar la instrumentación del Instituto de Ingeniería de la UNAM. Para ello, la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) destinará cerca de 500 mil pesos para cada uno.
Los sismógrafos miden los temblores pequeños y ayudan a localizar los epicentros sísmicos, mientras que los acelerógrafos permiten conocer la magnitud de los temblores.
De acuerdo con el investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, Gerardo Suárez Reynoso, los microsismos son poco frecuentes y han ocurrido antes en la capital del país, debido a las fallas geológicas que se encuentran a lo largo de la Faja Volcánica Mexicana, es decir, la cadena de volcanes que recorre desde el estado de Jalisco hasta Veracruz.
“Son sismos de magnitud relativamente pequeña, si los comparamos con otros sismos que ocurren en el resto de nuestro país, y ocurren a profundidades de unos 2 a 3 kilómetros, muy por debajo de la zona en donde estamos realizando obras civiles o donde estamos extrayendo agua”, explicó.