Familiares confirman que restos hallados en Tlalpan pertenecen a Daniela Ramírez
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Las dos prendas de vestir –botas cafés y un vestido anaranjado-- y los brackets hallados por peritos de la Procuraduría General de Justicia de esta capital (PGJ-CDMX), en una zona del Ajusco, alcaldía Tlalpan, corresponden a Daniela Ramírez Ortiz, la joven desaparecida desde el 18 de mayo en Xochimilco, confirmaron familiares.
“Pudimos reconocer su ropa, su dentadura y el trabajo dental que se le había hecho, y corroboramos que sí se trata de Daniela, aunque la fiscalía no nos lo haya dicho formalmente”, declaró uno de los parientes de Daniela, durante una protesta que realizaron este jueves frente a la sede de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX), para exigir justicia.
La noche del 18 de mayo, poco antes de la media noche, Daniela salió de su trabajo, en una pizzería ubicada en la colonia Paseos del Sur, alcaldía Xochimilco, y abordó un taxi para dirigirse a una fiesta en el pueblo de San Andrés, donde se encontraría con amigos. Sin embargo, minutos después se percató de que el conductor de la unidad había cambiado de ruta, por lo que de inmediato compartió su ubicación con uno de sus amigos y le pidió ayuda.
“Creo que el taxi me quiere secuestrar”, escribió Dany en uno de los mensajes, y 15 minutos después dejó de contestar el celular. Lo último que alcanzó a escribir es que estaba por Parres de Guarda, Tlalpan, pueblo cercano a Tres Marías y a la salida a Cuernavaca.
La mamá de la joven, Margot Ortiz, dijo que habló con su hija por última vez alrededor de las 23:45 del sábado 18 de mayo, cuando la llamó para saber cómo estaba, pero la comunicación se cortó. Aunque intentó marcar una vez más, estaba convencida de que Daniela se encontraba en la fiesta a la que iría con sus amigos y no insistió.
Al día siguiente, Margot pensó que Daniela estaba trabajando, después de pasar la noche en casa de sus amigos, pero ya no llegó a su casa, por lo que la mañana del lunes salió a buscarla a la pizzería, donde Andrés, uno de los amigos de la joven, le explicó lo que había sucedido y le mostró los mensajes que recibió en su teléfono. Inmediatamente después, ambos se dirigieron a la Fiscalía de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Procuraduría General de Justicia, en la alcaldía de Azcapotzalco, para levantar una denuncia por desaparición.
En los días siguientes, amigos y familiares se dedicaron a buscar a Daniela, repartieron volantes y recorrieron las calles de la Ciudad de México, rumbo a Cuernavaca, mientras la madre se reunía con las autoridades para exigir el paradero de su hija.
Como parte de esas reuniones, mostraron a Margot las grabaciones de las cámaras de seguridad aledañas al sitio donde Dany abordó el taxi y la ruta que pudo haber seguido, pero la oscuridad de la noche impidió recabar datos de importancia.
A petición de la madre, quien tenía la esperanza de encontrar a su hija con vida, el pasado martes 9 peritos y policías de investigación realizaron una búsqueda a lo largo de 10 kilómetros de terreno en Parres, Tlalpan, dado que fue la última ubicación que arrojó su celular.
Y ahí, a la altura del kilómetro 42 de la carretera federal México- Cuernavaca, las autoridades ubicaron dos osamentas, una de ellas perteneciente a Daniela, confirmaron esta mañana sus familiares.
No obstante, la procuradora capitalina, Ernestina Godoy, informó que la identificación de los restos tardará de dos a tres días, debido a que no se cuenta con tejido blando, sólo con huesos.
Hasta el momento se desconocen datos del responsable de la desaparición y asesinato de Daniela.
A través de su cuenta en Twitter, la PGJCDMX informó que “se están practicando las pruebas periciales en genética, odontología, antropología y medicina a los hallazgos”.
https://twitter.com/PGJDF_CDMX/status/1149353353161240576
En redes sociales, usuarios cuestionaron la actuación de las autoridades y exigieron justicia para Daniela, así como mejores condiciones de seguridad para los ciudadanos.
El caso se suma a las 181 desapariciones registradas de enero a mayo de 2019, de las cuales 33 eran menores de edad, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.