Narcotráfico
Adolescente yucateco asesinado en Tulum, víctima de engaño laboral y violencia del narco
José Lizandro, originario de Tekax, Yucatán, fue baleado en Tulum tras ser engañado con una falsa oferta de empleo, modus operandi del reclutamiento de menores por el narcotráfico en la Riviera Maya.TEKAX, Yuc. / PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo (Proceso).- A sus 15 años, José Lizandro López Collí soñaba con ser maestro. Era bueno para las matemáticas, pero tuvo que dejar la escuela por falta de recursos económicos. Llegó hasta primero de secundaria y se vio obligado a buscar trabajo para ayudar a su familia.
Con una aparente oferta de empleo, viajó del municipio de Tekax, ubicado a casi 120 kilómetros al sur de Mérida, a Tulum, en donde fue asesinado con cuatro balazos en el pecho.
Su familia asegura que el joven se fue con la promesa falsa de un trabajo mejor. Las autoridades de Quintana Roo no descartan que el joven pudo ser reclutado por cárteles del narcotráfico.
Según las primeras indagatorias de la Fiscalía de Quintana Roo, Juan Carlos N, un colombiano afincado en el estado, recibió un pago de cinco mil pesos para matar a balazos al adolescente Joel Lizandro López Collí. El motivo: la venta de drogas en la zona hotelera de Tulum, de acuerdo con las primeras indagatorias de la Fiscalía de Quintana Roo.
La muerte se manejó con total hermetismo desde un principio en la entidad. El órgano procurador de justicia informó hasta el lunes 24 que el crimen había ocurrido durante la madrugada del domingo 9 de noviembre.
No obstante, los medios de comunicación locales ya habían reportado un homicidio perpetrado durante la tarde de ese mismo día a un lado del restaurante Rosa Negra, donde Joel Lizandro fue encontrado sin vida.
Al principio se habló del homicidio de un hombre de 30 años en la zona hotelera de Tulum.
Luego se supo que no era un adulto, sino un menor de edad que hasta hace poco más de dos años salía de la infancia.
De la adolescencia a la muerte
A Lizandro sus amistades y familia lo conocían como Chocolomo o Chicharito. Le gustaba jugar futbol y su posición era la de delantero.
Aunque por falta de dinero dejó la escuela y trabajó primero en un taller mecánico y luego como ayudante de albañil, era aún un niño. Su madre Cristina Collí relató que la Navidad del año pasado le regaló unos muñecos de luchadores con los que siempre jugaba.
“Se acostaba en su hamaca y jugaba ahí con sus luchadores”, recordó.
Lizandro se fue con engaños, su mamá explicó que un primo le habló de la vacante de empleo. Dijo no tener más detalles, sólo que le prometieron que ganaría mucho dinero.
“Lo convenció su primo de que ganaría mucho mejor y cayó en esa trampa, quería dinero para salir adelante, y al otro día su abuela, cuando ve que no se conectaba en el WhatsApp, me avisó y me dijo que me necesitaban urgentemente, que mi hijo estaba desaparecido”, expresó.
Lizandro creció con su abuelita paterna, ahí vivía y a diario visitaba a su mamá y su hermanita de 10 años.
El 27 de octubre, cuando salió a Tulum, no se despidió de su mamá ni del resto de su familia.
Cristina interpuso la denuncia por la desaparición de su hijo en la agencia de la Fiscalía General del Estado (FGE) del municipio de Tekax, Yucatán, el 28 de octubre, y se publicó la Alerta Amber.
Casi un mes después, el 22 de noviembre, le informaron que Lizandro fue hallado muerto.
Ese día viajó seis horas en auto a Tulum; al llegar, en la Fiscalía le mostraron unas fotografías de los tatuajes de Chocolomo, los reconoció. Aun así, para ella no era una prueba suficiente. Al día siguiente que rindió su declaración y el personal de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo le dio la versión de los hechos, pidió ver el cuerpo de su hijo.
“Me dejaron verlo porque yo no estaba conforme, cuando entré y lo vi... era él.
Le dije ‘Hijo de mi corazón, mira cómo te vengo a ver, mi niño hermoso y alegre’ y le chorrearon sus lágrimas. El de la funeraria dijo que me respondió”, narró la señora.
De acuerdo con información brindada por Raciel López Salazar, fiscal general de Quintana Roo, a finales de octubre Joel Lizandro arribó a Playa del Carmen por motivos laborales acompañado de otros familiares.
Pocos días después se trasladó a Tulum, donde se empleó en labores de construcción. En la zona donde fue ultimado hay diversas obras pendientes por concluir.
Sicarios lo asesinaron: Fiscalía
El 21 de octubre, tras la ficha de búsqueda emitida por las autoridades, la Fiscalía de Quintana Roo tuvo contacto con la Fiscalía de Yucatán para corroborar la identidad de la persona que hasta ese momento se encontraba en calidad de desconocida.
En el homicidio, según la fiscalía quintanarroense, participaron dos sujetos: Juan Carlos N, de origen colombiano, y Pedro Antonio N, alias El 38.
Ambos fueron detenidos el 11 de noviembre en la colonia La Veleta, cerca del residencial de lujo Aldea Zamá, casi dos días después del reporte del homicidio de Joel Lizandro.
La detención de los dos fue por el asesinato de Melchor Gamboa Gamboa, exdelegado en Akumal y presidente municipal suplente de Tulum de 2011 al 2012.
Por el asesinato de éste, ocurrido el 30 de octubre, el sicario de origen colombiano recibió un pago de 10 mil pesos. El encargo estuvo motivado por problemas en la venta de terrenos en Tulum.
Entre las indagatorias sobre la muerte de Melchor Gamboa, la Fiscalía supo que también participaron en el homicidio del adolescente Joel Lizandro, pero por un pago de cinco mil pesos, que el colombiano cobró.
“Presentaba tres heridas en el cuello, tórax, dedo pulgar, mano derecha por proyectil de arma de fuego calibre nueve milímetros, siendo la causa de la muerte por traumatismo”, explicó el fiscal de Quintana Roo sobre las condiciones en las que fue encontrado el menor.
La familia no puede asimilar que fue asesinado. Sus primas lo recuerdan con cariño. Chocolomo les enseñó a jugar a las canicas y el trompo.
Una de sus primas, Zulemi Canché, dijo que quería a Lizandro como un hermano.
“De lo que ganaba le daba una parte a mi abuela y de ahí compraba sus cositas, playeras, tenis, compraba lo que le gustaba vestir. De hecho, compró unos zapatos para que use en diciembre, unos tenis rojos, tenía toda su ropa que estrenaría”.
En Yucatán, de 2018 a la fecha, cuatro personas menores de 18 años desaparecidos fueron hallados sin vida y 21 niñas, niños y adolescentes continúan desaparecidos, según información obtenida vía la Plataforma Nacional de Transparencia.
El registro reporta que se han publicado 776 alertas Amber.
De acuerdo con Raciel López Salazar, Joel Lizandro era el único desaparecido, a pesar de que en medios de comunicación de Yucatán se dio a conocer que había al menos dos adolescentes más en la misma condición.
Juan Carlos N y Pedro Antonio N se encuentran en prisión vinculados a proceso por el delito de homicidio.