Educación Superior
Estas serán las carreras con menor y mayor demanda en los próximos años, según el IMCO
El 46% de los estudiantes universitarios cursan diez carreras tradicionales que podrían perder hasta 25% del mercado laboral en los próximos cinco años.CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En México, 46% de la matrícula universitaria se concentra en diez carreras tradicionales, como Derecho, Administración o Contabilidad, que podrían perder hasta 25% de su mercado laboral en los próximos cinco años, informó el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
Mientras tanto, persisten vacantes sin cubrir en sectores estratégicos como salud, energía y tecnologías de la información. Además, la formación técnica está en retroceso y se espera que, de continuar con la tendencia de aquí al 2050, en cada década el país pierda alrededor de 100 mil egresados técnicos.
El IMCO presentó los datos en “Compara Carreras 2025”, documento que analiza los costos y beneficios económicos de 65 licenciaturas, para evaluar el impacto de las tendencias de la matrícula educativa y el mercado laboral en el futuro.
Actualmente, 34% de los jóvenes entre 18 y 22 años accede a la educación superior, proporción ligeramente inferior a 2019 (35%). Si la tendencia continúa, para 2050 el país formará 28.7 millones de profesionistas, pero 65% de ellos se concentrará en carreras tradicionales con baja demanda laboral, de acuerdo con el IMCO.
El Instituto explicó que hay cinco carreras que predominan en México desde el 2005, a pesar de los cambios en las tendencias del mercado laboral impulsados por el avance tecnológico. Estas carreras son: Administración, Ingeniería Industrial, Derecho, Psicología y Contabilidad.
Sin embargo, “mientras las aulas se llenan de futuros abogados y administradores, el mundo laboral demanda científicos de datos, programadores e ingenieros especializados”, apuntó el IMCO. En México, los egresados de ciencias exactas y de la computación representan tan solo el 8% del total.
Siete de cada diez empresas encuestadas reportan dificultades para cubrir vacantes de acuerdo con Manpower México, especialmente en puestos relacionados con tecnologías de la información y análisis de datos (26%), seguidos por áreas de marketing y ventas (21%), operaciones y logística (20%) y atención al cliente (18%).
Para cerrar la brecha que existe entre egresados en ciencias sociales y en carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) en 2050 se requieren 1.4 millones de egresados anuales de STEM, 137% más que en 2024.
A nivel global, los sistemas educativos avanzan hacia un modelo basado en actividades, y nueve de cada diez empresas reportan mejores resultados al contratar talento por competencias, priorizando las habilidades prácticas sobre los certificados formales. Esos cambios se reflejan en la brecha entre egresados y titulados en México, que casi se duplicó entre 2011 y 2025, al pasar de 90 mil a 170 mil personas.
Y México enfrenta retroceso en formación técnica
A la concentración de estudiantes en carreras tradicionales, se suma el retroceso en la formación técnica en el país y sus implicaciones: “México perderá 300 mil técnicos hacia 2050, esto pone en riesgo la meta del Plan México de formar talento especializado para sectores estratégicos”, puntualizó el IMCO.
De acuerdo con el Instituto, “los estudiantes siguen proyectando su futuro en ocupaciones tradicionales que ya no reflejan la estructura real de la economía, lo que seguirá ampliando el desajuste entre formación y empleabilidad”.
Además, tres de cada diez jóvenes carecen de un plan de carrera, lo que representa la mayor incertidumbre vocacional en una década, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La velocidad de los cambios en el mercado laboral, que avanza más rápido que el sistema educativo, amenaza con ampliar la brecha entre el talento disponible y la demanda, lo que limita las oportunidades individuales e implica costos económicos y sociales para México.
Para alinear la educación con las necesidades del mercado laboral el IMCO propone:
- Programas universitarios más cortos y flexibles, con certificaciones parciales y competencias reconocidas por el mercado laboral.
- Modelos de educación no tradicional a nivel regional que fortalezcan la vinculación entre empresas, gobiernos e instituciones educativas.
- Orientación vocacional basada en un sistema nacional de información actualizado sobre oferta educativa, demanda laboral y salarios.