CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Para salir del choque diplomático entre el gobierno mexicano y el de España, agravado por la negativa del equipo de Claudia Sheinbaum Pardo a invitar al rey Felipe VI a su ceremonia de toma de posesión a la presidencia de la República, la canciller Alicia Bárcena Ibarra reiteró la necesidad de organizar una “reunión de desagravio” entre ambos países, y tomó como ejemplo los eventos que se realizan “cuando se descubre una ruina arqueológica”.

“En México, cuando se descubre una ruina arqueológica, por ejemplo, Petén, cuando se descubrió el Petén o cuando se descubrió Palenque, las comunidades lo que piden es que haya una ceremonia de desagravio, porque vamos a entrar en sus territorios, en su tierra, en su cultura”, dijo la canciller durante una conferencia de prensa, organizada al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

Segundos antes, la jefa de la diplomacia mexicana aseveró que conversó con el primer ministro español, Pedro Sánchez, con quien quedó de que “la forma” de salir del diferendo “es, justamente, poniéndonos de acuerdo para llevar adelante esta reunión de desagravio”.

Para la ceremonia de investidura, el equipo de Sheinbaum mandó una invitación al gobierno de España, mas no al rey Felipe VI, quien como jefe de Estado suele acudir a los actos protocolarios. El martes pasado, el gobierno español expresó su indignación, e indicó que no enviaría ningún representante al evento. Desde ese día, voceros del gobierno español y López Obrador se critican mutuamente en declaraciones públicas.

Bárcena recordó que el choque entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y Madrid se originó en 2019, cuando la monarquía ibérica se negó a contestar a una carta del mandatario, quien invitaba a una reunión para discutir de las “atrocidades” perpetradas por la Corona española contra los pueblos originarios de México durante la conquista y la colonia del país.

“Lo que México estaba solicitando es una especie de encuentro de desagravio de hace 500 años”, insistió Bárcena, quien agregó que, en esa reunión, se pudieron abordar la “gran convivencia que hemos tenido”, ya que “muchos de nosotros somos una mixtura de México-España”. “Yo misma: mi familia es de España”, dijo.

La titular de la Cancillería aseveró que una “reunión de desagravio” debería tratar de tres fases en la historia entre ambos países: la Colonia, la recepción de los refugiados republicanos que huyeron de Franco, y la época de “gran dinamismo económico y político”, marcada por “más de 6 mil empresas (españolas) en México que invierten 25 mil millones de euros al año”.